La policía sigue investigando la autoría de los incendios ocurridos durante la noche del pasado viernes en la zona del parque del Príncipe de Cáceres. "Todavía falta por acreditar que el fuego sea intencionado", aseguró ayer a este diario el comisario de Cáceres, Luis Ochagavía. Además explicó que continuan a la espera del informe técnico de los bomberos acerca del inicio de las llamas, y que servirá para tener más certeza sobre lo sucedido.

La principal hipótesis que baraja la policía nacional es que fueron intencionados, al concentrarse los tres focos casi en el mismo espacio de tiempo y en la misma zona, una teoría que también comparten los bomberos de Cáceres. Los fuegos comenzaron pasadas las 22.45 horas: uno cerca de la barriada de Aguas Vivas, otro en el camino de Fuente Hinche y el tercero en las proximidades del R-66, cerca de la ronda Norte y de las pistas de fútbol 7. Las llamas fueron sofocadas durante la madrugada, aunque el sábado por la mañana una dotación de bomberos tuvo que volver al más cercano a las calle Islas Canarias (R-66) para enfriar las brasas que comenzaban a avivar de nuevo el fuego.

La zona quemada era un espacio lleno de pasto y de maleza acumulada en montones, un hecho que provocó que la zona ardiese con mucha facilidad. En el operativo puesto en marcha el viernes para sofocar los incendios fue necesario la intervención de tres dotaciones: un camión de los forestales y otros dos del Sepei de Cáceres. La intensidad de las llamas hizo que gran parte de la ciudad se cubriese de humo y que el intenso olor a quemado se incrustase en el interior de las viviendas. De hecho, en muchos casos los vecinos del centro tuvieron que cerrar sus ventanas.