Nichos abiertos o a punto de venirse abajo, lápidas partidas y maleza en los pasillos, los tejados de los pabellones funerarios y lo que debería ser zona ajardinada. La imagen que describen las familias que visitan la zona más antigua del camposanto es la imagen del deterioro que ha originado el abandono que afecta a esta zona "desde hace años", según denuncian algunos de los afectados. EL PERIODICO recorrió ayer con ellos el cementerio cacereño para comprobar los desperfectos que denuncian.

"Entras en un sitio desagradable y sales con el corazón encogido, porque en la zona nueva del cementerio se ven unos cuidados que no hay aquí", explicaba Aurelia Mangut. Ella y sus hermanos eligieron esta zona del cementerio para dar sepultura a sus padres porque les parecía más agradable que la zona nueva. "Entonces no había al abandono que ahora es evidente", añadió señalando la maleza de casi medio metro que se levanta sobre el tejado del pabellón en el que se encuentran los nichos de sus familiares.

"Uno de mis primos estuvo recientemente y tuvo que retirar la maleza para acceder a limpiar el nicho de sus padres", explicaba otra afectada, Esperanza Criado, quien define este punto como "un rastrojo".

En los mismos términos se expresaba Pedro Muriel, que señalaba el pasillo 3 como la zona más degradada del recinto. "Si el mantenimiento de los nichos atañe a las familias, que el ayuntamiento les obligue a adecentarlos porque se ven estampas muy desagradables", afirmaba. Otro afectado, Manuel Muriel, recuerda que hace años había una persona que se encargaba del mantenimiento de esa zona. "Pero falleció y desde entonces nadie se ha vuelto a ocupar de limpiar la zona", explicaba.

OTRAS PRIORIDADES Desde el ayuntamiento admiten el deterioro de esta zona del camposanto y afirman que se remonta a varios años atrás."Está muy degradada, por lo que requiere una intervención integral que en estos momentos es inviable, puesto que sería necesario destinar una inversión muy importante y hay otras intervenciones prioritarias en el cementerio", explicaba ayer el edil de Infraestructuras, Miguel López. El concejal se refirió a la próxima ampliación proyectada en la necrópolis cacereña.

El edil explicó además que para poner en marcha un plan de mantenimiento allí "no basta con la voluntad de llevar a tres trabajadores, puesto que el problema no es estético y tampoco atañe solo al ayuntamiento ya que el cuidado de los nichos es responsabilidad de las familias", afirmó. Ahí es donde estriba uno de los principales problemas, a juicio de López, que cree que para acometer un proyecto de mejora y adecentamiento en la zona es necesario una labor previa de investigación. "Hay tumbas tan antiguas que no se sabe a quién pertenecen", sostuvo el edil, que no descarta una intervención en el lugar cuando concluyan las acciones más urgentes. "Es una zona de gran valor, y no solo simbólico, ya que hay nichos en piedra natural", afirmó el edil.

Pero ese valor simbólico es lo que mueve a estas familias que quieren "que quien corresponda actúe u obligue a los propietarios a actuar para detener el deterioro, porque es lamentable el entorno que rodea a la tumba de mi abuela", afirmaba José Luis Martín.