No hay un perfil definido. Ni jóvenes con coches negros de alerón incluido, ni cuarentones a bordo de lujosos vehículos de más de 36.000 euros. "Aquí vienen conductores de todo tipo, de distintos niveles culturales, de diferentes rentas y empleos, y de todas las edades. Tenemos alumnos de 17 a 70 años, pero, eso sí, sólo uno de cada diez es mujer", explica Antonio Campos, titular de Autoescuela Campos, el único centro de la capital cacereña donde se imparten cursos para la recuperación parcial de puntos, para la recuperación del permiso o la licencia (cuando se agota el saldo) y para cumplir las sentencias judiciales.

Una vez más, también en este caso se demuestra que los españoles somos poco previsores. "La gente en general se arriesga a estar al límite, a seguir conduciendo por las carreteras cuando sólo le quedan 1 ó 2 puntos, en lugar de asistir a los cursos de recuperación. El problema es que si acaban con el saldo (12 puntos los veteranos y 8 los noveles), deben acudir obligatoriamente a la autoescuela y pasar posteriormente un examen de la DGT, además de otras consecuencias", explica el profesor.

No obstante, cabe recordar que la gran mayoría de los conductores mantienen sus 12 puntos al completo y que hay quien se preocupa cuando comienza a perderlos. "Las personas que dependen del vehículo para su trabajo sí suelen apuntarse a los cursos de recuperación, no se la juegan. Lo habitual es que vengan cuando tienen menos de 6", señala Antonio Campos. Si el paso por la autoescuela sirve o no para reflexionar y aprender, eso es otro cantar. "Como en todo, algunos aprovechan las clases y otros las consideran un mero requisito administrativo para seguir conduciendo o recuperar el carnet".

Hay hechos curiosos. Por ejemplo, la mayoría de las personas que han perdido el carnet por conducir bebidos superan los 50 años. También se dan casos de transportistas que se van al paro por agotar el saldo, o jóvenes de 17 años que pierden sus puntos con el ciclomotor y deben pasar por el curso de recuperación antes de examinarse del permiso de conducir.

Estos cursos sólo se imparten en cuatro municipios cacereños: Coria, Plasencia, Navalmoral y Cáceres, donde Autoescuela Campos los ofrece desde 2006 y registra unos 180 alumnos al año. Todos son homologados y con precios estipulados. Los programas de recuperación parcial de puntos (6 por curso) cuestan 180 euros y duran 12 horas, sin examen posterior. Sin embargo, cuando el conductor agota su saldo debe asistir a un curso de 351 euros desarrollado en 24 horas y someterse a un examen de la DGT para recuperar su carnet, que además queda sin efecto durante seis meses. El temario de ambos programas es similar.

Ojo a las sentencias

Existe un tercer curso denominado B2 para los conductores que han perdido su carnet por sentencia judicial. Se trata de un programa de reeducación vial de 24 horas (sin examen final) y un coste de 351 euros. "Existe un problema que se da con frecuencia, y es que algunos abogados no informan correctamente a sus clientes de que deben acudir a estas clases antes de volver a conducir. Si cogen el coche incurren en quebrantamiento de condena, y son palabras mayores", advierte Antonio Campos.

En cualquier caso, Cáceres no tiene una incidencia especial en infracciones graves, pero sus ciudadanos tampoco pueden presumir de conducir precisamente bien. "Estamos por debajo de la media debido a que el comportamiento no es muy correcto. Sólo hay que ver la cantidad de conductores que no respetan los pasos de peatones, o los peatones que cruzan en rojo", argumenta el profesor.

Según Antonio Campos, la solución estaría en una mayor implicación policial para poner freno, "pero el ayuntamiento arrastra desde hace años cierta dejadez al respecto. ¿Qué hay del parque de educación vial para formar desde la infancia?", recuerda.