El buen tiempo y la gran afluencia de público, sobre todo por la tarde, marcaron ayer la segunda jornada de la VII feria del libro en el paseo de Cánovas. Aunque la organización no facilitó cifras de visitantes, el flujo de público fue continuo durante el sábado y la carpa principal que acoge la presentación de libros se quedó pequeña para los autores Francisco Acedo, que presentó su última obra Cáceres, la tierra de los mil siglos , de la editorial Todolibros Oeste, y Alonso de la Torre, con un libro de viajes por la Raya de Extremadura y el Alentejo, editado por la Editora Regional de Extremadura.

El cierre de la jornada corrió a cargo de Antonio Orejudo, figura nacional invitada este año a la feria. Residente en Almería y de padre extremeño, defendió en una conferencia titulada Historia y falsificación que la novela es siempre una falsificación de los libros de historia. "Su origen son siempre libros que se han vendido como historia cuando en realidad eran siempre historias fraudulentas", subrayó.

En este sentido, añadió que las obras actuales sobre este género "han desvirtuado un poco la novela histórica" y citó El Código Da Vinci como un ejemplo de ello, que calificó como "subproducto". El autor explicó también que el éxito de las ferias ha de calibrarse con el criterio de las ventas "como se hace en las de ganado" y afirmó que, en la era de las nuevas tecnologías, "los escritores nunca lo han tenido fácil porque la gente nunca ha leído mucho. La literatura siempre ha sido una ocupación minoritaria. No recuerdo ninguna época en la que la gente se abalanzara sobre los quioscos o las librerías para comprar libros".

Por su parte, Alvaro Madera, de la asociación cultural Feria del Libro, se mostró satisfecho por la respuesta del público hasta el momento y añadió que la feria ofrece un panorama similar al de la pasada edición. El librero indicó que espera que la mayor afluencia se produzca la semana próxima coincidiendo con la bajada de la Virgen.