Ha sido horrible. No recordamos nada igual". Así definió ayer la alcaldesa de la ciudad, Carmen Heras, la histórica tromba de agua caída ayer sobre la ciudad mientras se encontraba reunida en el gabinete de crisis junto al concejal de Obras, Miguel López, y el de Tráfico, Carlos Jurado. "Lo más importante es que no hay que lamentar daños personales y no tenemos constancia de que haya ningún herido", aseguró Carmen Heras, que indicó que, por el momento, no había una valoración definitiva de todos los desperfectos.

"Ha sido un caos. La policía ha estado colapsada durante veinte minutos. Hasta del crematorio nos han pedido ayuda", aseguró la regidora, haciendo referencia a que un fallo en la red eléctrica apagó el horno del crematorio mientras se incineraba un cadáver. "Los familiares han llamado angustiados porque no sabían qué hacer. Hemos mandado a Conyser y se ha solucionado. Lo han pasado fatal", reconoció Heras. Igual que ellos, unos ancianos residentes en la calle Numancia han pedido ayuda a los agentes porque tenían miedo de caerse debido a la cantidad de agua que acumulaba la calle. "Ha habido llamadas, de Villalobos, Hernán Cortés, Donantes de Sangre,... La ronda Norte ha sido terrible, además de las balsas de agua había mucho granizo", contó la alcaldesa. Una patrulla de unos veinte agentes y 25 bomberos trabajó ayer durante toda la noche para arreglar los semáforos y retirar árboles y carteles caídos. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se reunirá hoy con Heras para evaluar los daños. "Mañana --por hoy-- valoraremos. La brigada de parques y jardines le espera un duro trabajo. Las zonas verdes están destrozadas", concluyó Carmen Heras.