TLtuis Bertelli , en su obra 'Jueces a juicio', dice: "Los españoles no estamos gobernados por la ley sino por los jueces, que tratan a los ciudadanos sin la más mínima consideración, no conociéndose a un solo juez que haya pedido perdón por la injusticia que cometiera".

Corrían los años noventa cuando accedí a la presidencia de la Comunidad de Propietarios del Polígono de la Madrila. Mi antecesor en el cargo, Manuel Arévalo González había luchado prácticamente solo durante varios años al objeto de legalizar la situación urbanística, así como hacer frente a los problemas estructurales y económicos que presentaba dicho polígono. En la nueva andadura estuve perfectamente asistido por tres personas como fueron Bernardino Foj Serrano , Antonio de Alba y Felipe Moreno Sánchez , que se volcaron en que aquello echara a andar, a pesar de los múltiples problemas de índole económica derivados por las deudas comunitarias.

Entre los muchos deudores había un íntimo amigo, quien se negó rotundamente a pagar, creyendo que debido a nuestra amistad no le iba a llevar a los tribunales. El día del juicio presentó el resguardo de haber abonado la deuda el día anterior, con lo cual el juez absolvió al deudor y las costas judiciales tuvimos que pagarlas nosotros. Aún siendo esta decisión judicial legal, consideramos que las costas debieron ser pagadas por el deudor, ya que su comportamiento había ocasionado molestias y gastos a la propia comunidad. Ante esta actitud del juez, me encaré con él y le recriminé su decisión, toda vez que era consciente de la 'artimaña' del deudor que, asesorado por su procurador, se burlaba de la Comunidad de Propietarios del Polígono de la Madrila.

Ante mi queja, el juez reaccionó con una posible sanción a la que yo contesté: "Su señoría puede sancionarme de la forma que le venga en gana, pero usted sabe que tengo la razón moral de este asunto". El contenido de este artículo es fiel reflejo del primer párrafo.