Se me ha ido de la memoria la fecha en que se empezó a hablar del Parque del Oeste, convertido luego en el del Príncipe. Podríamos decir que su coste se elevará muy por encima de lo previsto por las siguientes razones: Cuando se hicieron las hojas de aprecio de los propietarios de fincas expropiadas para el parque, el ayuntamiento valoró la expropiación en unos 5 millones de pesetas, tomando como índice de aplicación una valoración sobre el líquido imponible que consideraba los terrenos como zona rústica, resultando de ello un precio de 2,06 pesetas metro cuadrado.

No obstante, al suelo colindante al parque, en la Madrila, el ayuntamiento les aplicó una plusvalía de 1.000 pesetas metro cuadrado, se aplicaba la 'ley del embudo' para cobrar y no la legal para pagar.

Según la 'ley del embudo', la valoración del parque por el ayuntamiento era en aquél entonces de 4.306.671 pesetas, cantidad que sale de multiplicar 208.542 metros cuadrados expropiados por 2.06 pesetas. Frente a esta cantidad estaban los 280 millones pedidos por los propietarios. No hubo entendimiento y se fue al jurado de expropiación forzosa, que valoró el suelo en 250 pesetas metro cuadrado, cantidad lejana a la solicitada por los propietarios, pero que aún estaba más lejos de la ofrecida por el ayuntamiento.

Es posible que a tenor de la valoración del jurado de expropiación los propietarios hubieran aceptado en su gran mayoría esta cantidad, con lo que el problema se hubiera resuelto con 52.135.250 pesetas, quedando zanjada la cuestión del precio. Pero nuestros administradores municipales, por aquello de no dar su brazo a torcer, recurrieron al Contencioso, que no solo falló a favor de los propietarios, aceptando la valoración del jurado, sino que subió el acuerdo de este jurado. Las cuantías oscilaron al final entre las 500 y 650 pesetas metro cuadrado, según los casos de participación de cada propietario. Esta postura numantina del ayuntamiento costó a las arcas municipales la cantidad de 119.911.075 de pesetas, excesiva si tenemos en cuenta las características del terreno.

A esta cantidad por la expropiación hubo que sumarle 18 millones por la primera fase de las obras realizadas, la segunda costó 26 millones de contratación directa, más las sucesivas fases para su final.

Ahora nos encontramos con una nueva expropiación para la ampliación del parque - ampliación que no creemos necesaria- y que nos vas a costar a los cacereños tres millones de euros, mas el importe de 51.000 euros por la vivienda contenida en este terreno y el premio de afección valorado en 141.000 euros.

Hemos de decir que la delimitación del parque se hizo a la carta de ciertos propietarios que siempre tuvieron algún miembro de la familia como concejales. Algunos terrenos quedaron premeditadamente fuera del recinto del parque porque se sabía que estos terrenos con el tiempo se revalorizarían como así ha ocurrido. Consideramos razonable la propuesta del PSOE en el Ayuntamiento de Cáceres, que opta por la reversión de las expropiaciones, que conllevaría la renuncia a la justificación urbanística de la zona.