NATURAL DE CACERES (1958)

ESTADO CIVIL ESTA CASADO Y ES PADRE DE DOS HIJOS

ESTUDIOS LICENCIADO EN CIENCIAS EMPRESARIALES POR LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID

Ser representante del Gobierno de España, y más en su tierra, supone para Fernando Solís además de responsabilidad profesional, un compromiso mayor y, también, una mayor gratificación y motivación. Estar al servicio de "mis conciudadanos y paisanos", afirma, "me hace buscar siempre mejores y mayores resultados, pues los problemas y demandas ciudadanas te son más cercanas y próximas".

-- Tras años al frente de la Subdelegación del Gobierno, ¿qué cambios destacaría en la ciudadanía?

-- Una mayor concienciación y formación política y ciudadana. Con el desarrollo importante que el Gobierno ha auspiciado en estos últimos años de las políticas sociales, del estado del bienestar, los ciudadanos nos sentimos más protegidos por nuestro Estado, pero también nos mostramos mucho más exigentes respecto a las competencias y funciones estatales, queriendo una mayor aproximación, una mayor capacidad de participación en el planteamiento de demandas y sugerencias respecto a los servicios públicos que queremos recibir.

-- Año tras años se destaca que la seguridad en la provincia mejora. ¿Cuál es su filosofía de actuación para que siga mejorando?

-- No puede ser otra que seguir trabajando a diario con la mayor eficiencia posible, pues efectivamente, aunque las mejoras han sido continuadas e importantes, siempre surgen nuevos aspectos y situaciones a contemplar y solucionar. Tesón, coordinación y voluntad de servicio público, esa es mi filosofía. Para ello celebramos, junto a los alcaldes y responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, las Juntas Locales de Seguridad, en las que analizamos los aspectos de orden público y seguridad concretos de cada municipio, adoptando en cada caso las medidas aconsejables.

-- La fundamental cooperación entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, ¿cómo se está llevando a cabo en Cáceres? ¿Es efectiva?

-- La coordinación es óptima en la provincia. Actualmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están dirigidas por profesionales que saben aunar y sumar esfuerzos y logros a los resultados individuales de cada uno de los dos Cuerpos, quedando esto ampliamente demostrado por la mejora lograda en los índices de eficacia policial (número de infracciones, número de detenidos y grado de esclarecimiento de infracciones). No obstante, siempre quedará algo por hacer, sobre todo para combatir las nuevas formas de delincuencia.

-- ¿Está Cáceres preparada para garantizar la seguridad frente a esos nuevos delitos que menciona?

-- Respecto a los delitos conocidos o tipificados, sí. Las unidades científico-tecnológicas del CNP y de la GC son muy especializadas, pero hay delitos, como los informáticos, que pueden perjudicar a cacereños y cometerse desde otras provincias o países, por lo que hay que cooperar con unidades de ámbito nacional o supranacional, circunstancias que se da con asiduidad y sin ningún problema.

-- ¿Y hay suficientes efectivos, infraestructuras y medios?

-- La estadística de seguridad ciudadana ha mejorado en estos años, por lo tanto podría concluir que las plantillas son suficientes. No obstante, seguiré insistiendo en la petición de más efectivos, en la Guardia Civil por la extensión física de la provincia y número de puestos y cuarteles atendidos (82), y en el Cuerpo Nacional de Policía por la conveniencia de crear un grupo de intervención rápida provincial y de mejorar la RPT de Plasencia, aunque esta ha sido actualizada recientemente de forma perceptible.

En infraestructuras y medios, como todos saben, están en construcción dos nuevas Comisarías para Plasencia y Cáceres, las dos muy necesarias, si bien la de Plasencia era la de mayor urgencia por las limitaciones de la actual sede. Este hecho me gratifica mucho, pues los agentes del Cuerpo podrán desarrollar su trabajo en mejores condiciones, lo que redundará en una mayor motivación, eficacia y servicio público. Pero también admito que necesitamos renovar el parque de vehículos.

-- La colaboración ciudadana también es importante. ¿No es así?

-- Sin duda, de hecho muchas de las operaciones policiales llevadas a cabo no hubieran llegado a buen puerto sin su colaboración. Muchos de los casos de violencia de género o de tráfico de estupefacientes han sido denunciados por los vecinos.

-- En cuanto a los hechos delictivos en sí, ¿cuáles son los más frecuentes y cuáles los que más le preocupan?

-- Dentro de esa tendencia generalizada a la disminución del número de infracciones penales, últimamente aumentan las faltas y disminuyen los delitos. Se producen muchas denuncias por discusiones e insultos, y, tras la reforma del Código Penal, han aumentado mucho los delitos contra la seguridad vial. Si elimináramos estos de la estadística, los índices de seguridad serían mucho mejores. En cuanto a los que más me preocupan, los que crean alarma social, sobre todo aquellos, los menos, cometidos por grupos organizados que son especialistas en robos muy planificados y que se desplazan desde otras provincias huyendo rápidamente, lo que dificulta su prevención.

-- En la violencia de género, ¿cómo se encuentra aquí la lucha policial?

-- Desde la aprobación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en 2004 se han aumentando en gran medida los recursos y efectivos para la protección de las víctimas y para la prevención y persecución de este delito. Todas las Administraciones públicas que trabajan en Extremadura colaboran en la erradicación de esta lacra, no sólo en el ámbito policial, habiendo creado un sistema de protección sólido, garantista y seguro que transmite credibilidad y confianza a las mujeres a la hora de denunciar estas situaciones.

Si bien no podemos aún afirmar que la igualdad de género sea una realidad y que la violencia sobre la mujer haya sido erradicada, yo creo muy importantes los avances y logros conseguidos, pues hemos creado la conciencia de igualdad y definido como delito lo que durante siglos fue algo normal, admitido socialmente. Es muy importante que la sociedad cacereña se haya concienciado de este delito y que acuda al sistema de protección de víctimas con confianza y seguridad.

-- ¿Ve necesario complementar las actuaciones para mejorar la seguridad policial con políticas sociales?

-- Por supuesto. Mucho del trabajo policial tiene que ver con infracciones causadas por situaciones de desarraigo social, marginalidad, ausencia de expectativas laborales... No creo en la herencia delincuencial, no nacemos delincuentes, pero tampoco nacemos con el don de la santidad asegurado. Y por ello considero necesarias políticas sociales que garanticen nuestra formación, nuestra integración, nuestra inserción en la sociedad, nuestra protección en caso de desamparo, para así conseguir ciudadanos realmente libres, responsables y comprometidos. Con las políticas policiales prevenimos y combatimos el delito, pero no las causas últimas de la existencia de infractores.

-- El Plan E le ha convertido en el subdelegado viajero. ¿Sus visitas a los municipios responde a un afán por fomentar las relaciones o es un simple fin electoralista?

-- Me gusta la cercanía con los ciudadanos y, además, los delegados y subdelegados estamos obligados a comprobar la veracidad de ciertos requisitos y aspectos de las inversiones financiadas por el Plan E. Pero sí, también considero necesario fomentar esa relación de proximidad y cooperación interadministrativa, más teniendo en cuenta mi convicción y voluntad de servicio público y cercanía a los problemas y demandas ciudadanas, principalmente dirigidos a los alcaldes, a los ayuntamientos.

-- Algunas de las funciones de un subdelegado del Gobierno son desconocidas, ¿usted cuáles destacaría?

-- La de promover que el servicio público facilitado por la Administración estatal en Cáceres alcance cada vez mayor calidad y eficacia en la resolución de las demandas ciudadanas. Y por su alcance humano y social, también me preocupo mucho de la Unidad de Extranjería, pues detrás de cada expediente hay expectativas, esperanzas, sentimientos y mucho sufrimiento vivido. Además, como subdelegado presido dos Fundaciones, Valhondo Calaff y San Lázaro, tarea que me reporta gran satisfacción porque sus actividades se orientan a resolver ciertos problemas de personas menos favorecidas.

-- ¿Sus proyectos más inmediatos?

-- Seguir trabajando, con rigor y tesón, aquí o allá, en la función pública, contribuyendo en la medida de mis posibilidades a conseguir las condiciones sociales favorables para que todos disfrutemos del estado del bienestar al que tenemos derecho como personas y ciudadanos españoles. Y seguir disfrutando con mi familia, amigos..., con las cosas sencillas.