Marina Rivero y Víctor de la Montaña han participado este año por primera vez en la romería de la Virgen de la Montaña. Marina, de 10 meses, hizo ayer el recorrido entre Santa María y el santuario como hermana de la cofradía, perfectamente ataviada con la túnica azul con capelina y cinturón blancos bordados en hilo también azul, y cómodamente sentada en la silla que empujaban de forma alterna su madre, sus abuelas y algún otro familiar. "Vivimos en Madrid, pero su padre es hermano de carga y hemos venido a la subida", explicaba la madre.

En el caso de Víctor de la Montaña, el recorrido lo hizo a pie, con poco más de dos años y bajo la atenta mirada de su hermano Miguel Angel, que tiene 8 y también iba en las filas de niños que van tras el estandarte que abre la procesión. A unos metros, la madre de ambos, Montaña Valle, les vigila. "El hermano mayor dijo que quería venir y el pequeño se ha apuntado. Les encanta", aseguraba.

Los tres son la nueva savia de una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad, con la bajada y la estancia en la Santa María, como corroboran las aglomeraciones que ayer se produjeron de nuevo en Mira Al Río y Fuente Concejo, donde concluye la procesión, la patrona se despide de la ciudad y se inicia la romería que la devuelve al santuario. Ni el salto de este año en el calendario al segundo fin de semana de mayo alteró el guión habitual de una jornada fundamentalmente festiva, que ayer puso el broche de oro a un año en el que ocho mujeres han hecho historia al portar por primera vez como hermanas de carga a la patrona. Seis de ellas volvieron ayer. Las otras dos habían regresado a Barcelona, donde viven ahora. "Ha sido algo único", decía ayer Sandra García.

TRADICIONES La patrona abandonó a las nueve de la mañana la concatedral a hombros de los hermanos de carga del grupo uno. Vestía el manto número 99 de terciopelo rojo bordado en oro que le regaló la cofradía en 1998 y llevaba la corona circular de plata dorada. Lilios y claveles blancos sobresalían de las ánforas y el centro del trono.

Tras un recorrido más tranquilo por la plaza Mayor y Pintores, comienzan las primeras aglomeraciones en Fuente Nueva, donde los hermanos de carga cumplieron con la tradición de detener el paso para que las monjas de clausura de Santa Clara también puedan contemplar a la Virgen de la Montaña desde una pequeña ventana situada en la parte superior del convento. Desde ella, lanzaron también este año pétalos de colores. Unos metros más abajo, a la altura de los número 3 y 50, estaba instalado el primero de los dos altares que tradicionalmente reciben a la patrona. A continuación, en la confluencia de la calle Damas, la voz de Felisa Rodríguez, regaló a La Montaña Hoy quiero cantarte , mientras a unos metros, en Mira al Río, las hermanas Cortijo Galeano ultimaban los preparativos para la suelta de palomas que cada año realizan en honor de la patrona y en memoria de su madre y su abuela, que iniciaron la tradición. Este año fue Josefa Cortijo la encargada de lanzar a las dos aves.

Fuente Concejo es, también en la subida, uno de los puntos clave del recorrido. Ayer llegó allí la patrona al filo de las once de la mañana a hombros de los hermanos del grupo tres, que giraron hasta dejarla mirando a la ciudad monumental. Con el bastón de mando de la ciudad de vuelta a la corporación municipal, la patrona volvió a los hombros de los hermanos de carga, que comenzaron a bailarla al ritmo de el El Redoble , que tocaba la banda municipal. Mientras cientos de cacereños aguardaban para ver uno de los momentos que más aplausos arranca: el frenético paso con el que cada año comienza el ascenso al santuario.

Con él comienza la romería y la fiesta que despide a la patrona de la ciudad, que ayer volvió a ser multitudinaria, también en el los tres kilómetros de ascenso al santuario. En ese recorrido, los cacereños volvieron a cargar entre el Amparo y el Calvario, y en ese punto se vio por primera vez a la virgen que ocupa la pequeña ermita. Ya en el santuario, volvió a cantar el coro rociero. Tradición, devoción o fe, si nada altera el guión, la próxima cita será el 25 de abril de 2012.