La fiesta de Nochevieja reunió en la madrugada del miércoles al jueves a cerca de 3.000 personas en la plaza Mayor, según la estimación de la policía local, y obligó a los agentes a actuar para impedir un "macrobotellón" en el exterior de la carpa navideña. El concejal de Seguridad, Carlos Jurado, informó ayer que se habían recibido quejas de vecinos en la jefatura por el ruido de la carpa y dijo que tomará medidas para que no se repitan.

Aunque la policía local señaló ayer que la madrugada transcurrió con normalidad, la masiva afluencia de público coincidiendo con el inicio de las vacaciones para los universitarios obligó también a cortar el tráfico en la plaza Mayor. Vecinos y empresarios del entorno confirmaron ayer a este diario que sí se realizaron botellones en las calles Ríos Verdes y Margallo. Victoria Blázquez, propietaria del hotel Castilla, aseguró que había encontrado contenedores tirados a primera hora de la mañana de ayer, además de árboles arrancados en la fachada de su establecimiento en Ríos Verdes. Afirmó que no habían podido dormir en toda la noche por las molestias del ruido procedente de la carpa.

DISPOSITIVO EXTRA La primera noche de fiesta navideña en la plaza Mayor concluyó a las cuatro de la madrugada, aunque un operativo especial de limpieza montado por Conyser tuvo que trabajar hasta las seis. En total se recogieron 1.600 kilos de residuos, principalmente plástico y cristal, a cargo de diez operarios. También hubo que desplazar una máquina barredora y en la plaza se mantuvieron abiertos sanitarios móviles toda la noche.

Este dispositivo, según indicaron fuentes de la compañía, se mantendrá durante los días que abra la carpa, una iniciativa del bar Baco (La Madrila) y la asociación cultural Salón de Baile, con el apoyo del ayuntamiento.

Los promotores de este espacio calificaron ayer de "exitazo" el estreno y calcularon que entre 400 y 500 personas --la mitad de su capacidad total-- habían acudido en la madrugada de ayer a la fiesta adelantada de Nochevieja. José Luis Valle, de Salón de Baile, apuntó que "la apuesta económica, de entre 25.000 y 30.000 euros, para montarla había merecido la pena" y avanzó que cerraron a las 3.30 horas por indicación de la policía local, aunque estaba previsto que anoche se ampliará el horario hasta las 5.30 horas con motivo de una fiesta para las cenas y comidas de empresas.