Dos de los hosteleros de La Madrila podrán salir a la calle a partir de este fin de semana o el lunes tras concederles el tercer grado. Se trata de los gerentes de La Belle y Latino’s que fueron trasladados el pasado martes al Centro de Inserción Social ‘Dulce Chacón’ donde permanecerán a partir de ahora. Según este régimen solo tendrán que acudir a dormir a este espacio pero por las mañanas y por las tardes podrán estar fuera.

Se espera que otros siete hosteleros encarcelados reciban este permiso la semana que viene y puedan pasar las Navidades en casa, ya que lo solicitaron todos al mismo tiempo. Los únicos que no podrán salir por el momento son los propietarios de Barroco y uno de Tacone’s porque ingresaron en el centro penitenciario hace menos de un mes. El único que aún no está cumpliendo la pena de cárcel es el propietario de Submarino, que ha solicitado que se suspenda la ejecución de sentencia debido a una enfermedad mental que padece,

Los hosteleros a los que ahora se les ha concedido el tercer grado llevan ya más de dos meses en la prisión cacereña. Precisamente el primero en entrar fue el gerente de La Belle. El resto (Sugar, Down, uno de Tacones, La Cuerda, Latino’s, dos de Maquiavello) lo hizo de forma escalonada durante los días siguientes.

El trámite, cuando se les concede el tercer grado, es trasladarlos directamente a este centro de inserción, donde permanecen unos días. Después se les permite salir los fines de semana, con la obligación de volver a dormir. Además los presos que acrediten tener un contrato de trabajo vigente (no pueden contratarlo familiares directos) podrán salir también a la calle los días de diario para trabajar y volver de nuevo a dormir. Aquí estarán hasta que cumplan el resto de la condena y se les ponga en libertad.

Cabe recordar que diez de los once hosteleros fueron condenados a dos años y tres meses de prisión y otro a dos años y nueve meses. Según las previsiones iniciales iban a permanecer entre cinco y siete meses en el centro penitenciario de Cáceres antes de poder obtener el tercer grado. Se trata de un fallo judicial histórico. Por primera vez empresarios de la noche han pagado con la cárcel los males que han padecido los vecinos por los ruidos generados durante años. Ya han pagado las indemnizaciones, también históricas.

Tras conocerse la sentencia solicitaron al Gobierno central el indulto de la pena para eludir la prisión. En cambio los informes del juzgado y de la Fiscalía eran contrarios a su concesión. Finalmente el Consejo de Ministros desautorizó a los hosteleros la conmutación de la pena privativa de libertad. Justificó que lo hizo en base a esos informes que eran negativos.