Una de las principales causas por tráfico de drogas, por número de detenidos, tramitadas por juzgados cacereños llega a juicio. Los 15 acusados, implicados en una red de 'narcos' que operaba en la zona de Coria y que fue desarticulada en el 2009, serán juzgados en unas semanas por la Audiencia Provincial que, dado el alto número de acusados y también de testigos --una treintena-- ha fijado dos jornadas, con sesiones de mañana y tarde, para la celebración de las vistas.

Será el próximo 13 de diciembre cuando Maikel M. I., Ana Belén R. M., Cristofer H. C., Miguel Angel B. S., Daniel N. S., Manuel C. G., José Antonio D. P., Cristian F. R., Alejo V. M., Jorge G. D., David M. L., Juan Carlos G. L., Adai C. S., Maikel G. S. y Mohusine B. se sienten en el banquillo de los acusados. Todos habrán de responder de los delitos de tráfico de sustancias de las que causan grave daño a la salud que les imputa el fiscal, que pide un total de 57 años de prisión --se enfrentan los acusados a entre 2 años y medio, que pide el fiscal para seis de ellos, y 6 años, que pide para tres. 4 años y medio pide para uno, 4 años para otros cuatro y 3 y medio para otro--. A las condenas de prisión suma petición de multas para ocho de ellos, las más elevadas, de 200.000 euros, para los principales imputados, Maikel M. y su mujer, Ana Belén R.

Los hechos de los que se les acusa, y por los que serán juzgados los días 13 y 14 de diciembre, se remontan al verano del 2009, cuando tras la denuncia de uno de los acusados la Guardia Civil inició la investigación.

Cristofer H. quería comprar una cantidad importante de cocaína y pidió a Daniel N. S. que le pusiera en contacto con quienes pudieran suministrarsela. Daniel contactó a su vez con Manuel C. y José Antonio D., que fueron los encargados de localizar a quienes se la proporcionarían, "acordando la compra de 208 gramos de cocaína por 7.300 euros".

Los cuatro acusados indicados quedaron el 31 de agosto, a las 21.00 horas, en un hotel de Coria con las personas que portaban la droga, "que no han podido ser identificadas". Cristofer H. les indicó que debían desplazarse a la edificación de una vieja depuradora en la que tenía escondido el dinero, pero una vez allí "aparecieron varias personas encapuchadas provistas de bates de beisbol que golpearon el vehículo e hicieron que el portador de la droga huyera del lugar, quedándose Cristofer con la totalidad de la droga".

A raíz de estos hechos, los que habían llevado la droga, "que tampoco han podido ser identificados", amenazaron a Daniel con matarle si no la recuperaban. Este denunció los hechos y la Guardia Civil inició la investigación que llevaría a la localización y detención del resto de los acusados.