El alcalde José María Saponi se refería el pasado viernes, en una entrevista con EL PERIODICO, a lo efímero de la vida y a esa, diría yo, insensata capacidad que tenemos los seres humanos de pensar que pasamos por aquí como si fuera para siempre, sin percatarnos de que en un minuto nuestra vida puede cambiar de un plumazo. Saponi también hablaba de cómo su estancia en el hospital le había hecho reflexionar, analizar y relativizar muchas cosas.

Esa capacidad de reflexión ante las situaciones complicadas es lo que, en muchas ocasiones, nos hace aprovechar los buenos momentos de la vida. Escuchando al alcalde me vino a la cabeza el terrible accidente de circulación que hace unos días le costó la vida a María Victoria Maya, una agente inmobiliario de 45 años que murió atropellada por un conductor que conducía ebrio.

En la avenida Virgen de Guadalupe, justo en el lugar donde falleció, continúa el ramo de flores que familiares y amigos depositaron sobre el asfalto hace unos días como homenaje a su memoria. Ha sido una semana triste para Cáceres, ciudad que aún reflexiona sobre la imprudencia al volante y lo efímero de la vida...