Un cabreo monumental tenía ayer Flores Juanvic. Lo que debía haber sido una de las mejores jornadas del año en cuanto a recaudación se convirtió en una pesadilla. El sábado a las 13.00 horas el teléfono fijo de la floristería dejó de funcionar y por consiguiente el datáfono, cuyo servicio está conectado a la línea fija. Ayer el número seguía inactivo. No le habría prestado mayor importancia si el problema hubiese sucedido el fin de semana anterior, pero no este, cuando se celebra el Día de San Valentín, uno de los más grandes del año para el sector de las flores.

Un fin de semana como el que ha pasado suele vender unas seis mil rosas (la docena cuesta 45 euros), sin embargo debido al problema con el teléfono no llegará ni de lejos a esa cifra. "No vamos a repartir ni mucho menos lo de todos los años", asegura. Según sus cálculos ha dejado de servir más de 250 ramos, lo que supone una pérdida de 12.000 euros. Y es que la mayor parte de los pedidos entran vía telefónica, para que sean entregados en el domicilio de la persona que lo recibe. También el hecho de que el datáfono no funcione ha supuesto que muchos de los clientes que acuden al puesto de flores que tiene en Cánovas se marchen a otro lado al no llevar dinero en efectivo. "Hoy en día todo el mundo paga con tarjeta", decía ayer el dueño.

Lleva llamando a Telefónica (empresa con la que tiene contratado el servicio) desde el sábado. Denuncia que nadie se pone al teléfono, solo le atiende un contestador. "Me dicen que hay una incidencia y se limitan a darme el número de incidencia, pero aquí nadie arregla nada. No sé a dónde dirigirme porque nadie me coge el teléfono y llevo un día y medio llamando", explica a este diario visiblemente molesto.

Anuncia que va a interponer una denuncia formal para reclamar los daños que esta situación ha ocasionado a su negocio, ya que este fin de semana es uno de los más importantes para una tienda como la suya.

No es la primera vez que le sucede algo así, hace una década le ocurrió lo mismo en la víspera del Día de la Madre y las pérdidas fueron también monumentales. Señala que se gastó 800.000 de las antiguas pesetas para dotar a su puesto de flores en Cánovas de teléfono. Tuvo que abrir una zanja desde el Quiosco de la Música hasta su negocio para que llegaran los cables, pero tiempo después ese cableado se quitó. Ahora Telefónica conecta su servicio de manera aérea. "Funciona muy mal. El sistema aéreo tiene muchos problemas", especifica.