La pelota no está en nuestro tejado, lo que pasa es que, sinceramente, es una cuestión técnicamente muy compleja», comentó ayer José Manuel Blanco, ingeniero jefe de Demarcación de Carreteras en Extremadura. Hizo esta declaración en su respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de que se autorice por Fomento que la tubería de la conducción de Portaje al Guadiloba cruce los ríos Tajo y Almonte por los puentes de la A-66. Esta es la alternativa que contempla la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) para dar viabilidad al proyecto de abastecer de agua a Cáceres desde Portaje, obra que se adjudicó hace una década y cuya finalización está pendiente de que se dé una solución al cruce de los dos ríos.

La CHT «debe presentar la documentación técnica con todos los cálculos que demuestren que el puente y su futura posible ampliación a tres carriles no resultaría afectado», agregó Blanco, que recordó que no se trataría de grapar la tubería, sino de algo «más complicado» y habría que valorar el efecto del golpe de ariete, sobrecargas, dilataciones de las estructuras metálicas..., «aspectos que los debe estudiar el solicitante --la CHT-- y cuando lo presente lo estudiaremos y si se puede decir que sí, diremos sí».

Blanco también aludió a que otro de los inconvenientes es que se trata de «una solución extremadamente costosa y puede que ahí esté el problema». Fomento denegó en dos ocasiones a la CHT que la tubería pasase por los puentes de la N-630. También ha desestimado una vez el uso de los viaductos de la A-66, aunque fue por un incumplimiento de plazos para remitir la información requerida. Ahora se sigue esperando a que la CHT presente toda la documentación para decidir si se permite usar los viaductos.