Destroza parte del muro de los aparcamientos del santuario de la Virgen de la Montaña y se da a la fuga. Ocurrió la madrugada del pasado viernes, aunque nadie vio lo sucedido. Fue el ermitaño del santuario quien, al llegar a primera hora de la mañana, se percató de lo sucedido. Se cree que dio un fuerte golpe con el coche al muro, que se desprendió más de dos metros. Ayer aún no se había arreglado.

La policía ha intentado localizar al presunto autor de los hechos, pero no ha sido posible. Nada más conocer lo sucedido la cofradía lo denunció y la Policía Local delimitó la zona dañada con vallas para proteger que cualquier persona pudiera asomarse por esa zona del muro y cayera al vacío. "Se ha denunciado y se ha dado parte al seguro. Lo primero que hicimos fue protegerlo por la seguridad de los visitantes", explica el mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano.

Desde la hermandad desconocen también cómo ha podido ocurrir el accidente, pero todo apunta a que fue un fuerte golpe en el muro y que el vehículo no llegó a caerse al vacío, ya que no había ni rastro de ello en esa zona.

El mayordomo denuncia que casi todos los fines de semana se dan cita en los aparcamientos del santuario grupos de jóvenes que se juntan para comer y beber. Normalmente las reuniones son pacíficas, aunque llenan de suciedad la explanada. "No se les puede llamar botellones porque no hacen exactamente eso, quedan para pasar el rato pero, al día siguiente, está todo sucio. Los residuos están siempre esparcidos por el suelo", asegura Joaquín Floriano. Esa zona es propiedad privada, aunque la cofradía ha decidido ya no cerrar la valla que impide el acceso porque cuando lo hacían los que querían acceder por las noches la reventaban.