Con un sorprendente listado de títulos nobiliarios en su haber, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, última propietaria del Palacio de los Golfines de Abajo, quiso crear la fundación que lleva su nombre antes de fallecer en 2012 para que conservara el patrimonio que tan cuidadosamente ella preservó, y sirviera a futuras generaciones. Además de la apertura del palacio, existen otros proyectos: creación de una Cátedra de Etica Ambiental en la Universidad de Alcalá, la financiación de un estudio sobre distintos tipos de cáncer, un centro de formación para la integración laboral de jóvenes con discapacidad intelectual, y una línea de apoyo para jóvenes emprendedores en el medio rural.