En los parques y jardines de la capital cacereña, y en el resto de las zonas verdes y de arbolado, queda prohibido subirse o trepar a los árboles, arrancar sus ramas, clavar sobre ellos un clavo u otros instrumentos punzantes, "y grabar o raspar su corteza". Las cuestiones amorosas del tipo flechas y corazones no figuran como eximentes, de modo que precaución, porque cualquiera de estas acciones se catalogan como leves e incluyen multas de hasta 750 euros. Pero si además se causan daños considerables en los árboles, las plantas o los elementos de los parques y jardines, se eleva al rango de infracción grave (650 a 1.500 euros). Cuando se llega a romper o quebrar un árbol, se sanciona como acción muy grave (1.500 a 3.000 euros). Se consideran responsables directos los autores materiales, y en caso de menores, sus padres o tutores.