La familia de Francisca Solís Solana, Paquita, en su nombre queremos agradecer sinceramente la fuerza del cariño, el apoyo y la profesionalidad que recibió hasta su final reposo, rodeada de los suyos y en paz, el pasado 12 de octubre.

Su lucha contra el adverso, fatal e inesperado látigo de enfermedad se fue acrecentando como el viejo roble que recibe la tempestad con savia nueva. Con la frescura de su carácter y el brío de su fortaleza, arropada por familiares afrontó la desobediencia de un cuerpo que no podía seguir a una mente despierta, previsora y cargada de futuro. A ello contribuyó también el buen hacer profesional de las personas que la cuidaron durante su estancia en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. En especial, agradecemos la excepcional atención del personal médico, enfermería, servicios auxiliares y tantos más que forman parte de la tan especial 4 planta. En su nombre, enormes gracias a todos ellos.

Gracias de corazón a los familiares que compartieron noches de desvelo con ella. Gracias sinceras también a los familiares de los pacientes con los que compartimos habitación, desvelos y tantas ilusiones en ese espacio donde la lucha diaria es una constante. Mucha fuerza también a los pacientes de esa, la cuarta, con los mejores deseos de pronta recuperación.

Francisca Solís Solana, gracias a todos aquellos a los que queremos ahora dar las gracias y a la vitalidad que despertó de su interior doliente, se marchó rebosando entereza, cariño, y recibiendo el amor de los suyos, siempre vivo.