Tres agentes de paisano aparecieron en su finca. Se bajaron del coche y vistieron su chaleco de la Guardia Civil. Ese día, hace más de un año, comenzó la peripecia de Juan Guillermo, acusado de poseer una granja avícola clandestina. «¿Sabes lo que tienes en el anuncio? Tienes de 3.000 a 60.000 euros de multa. Ve a verlo». Así es como Guillermo se enteró poco después de lo ocurrido. Al menos él asegura que fue un vecino quien le puso en alerta de lo que habían publicado en el Tablón de Anuncios de su pueblo, Aldea del Cano.

Tras un tiempo contemplando y examinando la parcela, los agentes se percataron del número de animales que este hombre poseía: alrededor de 40; entre ellos ocas, galgos, patos y gallinas. Según él, para consumo propio, pero, según la denuncia, se trataba de una explotación de animales de especie canina y avícola. A esta multa se le suma otra, la retención de dos cachorros sin identificar, y sin los tratamientos previos que estos animales requieren en cuanto a salud.

Guillermo dice que «se niega rotundamente» a pagar los más de 3.000 euros de multa que acumula hasta la fecha. «No voy a dar un duro. Me pueden meter preso si quieren. Ni un céntimo». Asegura que no ha infringido ninguna ley y que, por lo tanto, no ha cometido ningún tipo de error. No obstante, la Junta de Extremadura, organismo que ha tramitado la denuncia, estima de distinta forma lo ocurrido. Desde el gobierno regional se incide en que la normativa de Sanidad establece que las explotaciones de animales deben de contar con la autorización o registro legislado. Una licencia que, especialmente, en los casos de las explotaciones de autoconsumo, simplemente exigen la presentación de un documento que contribuya a la prevención de cualquier riesgo contra la Salud Pública y la del propio animal. Guillermo declara su inocencia y se niega a tirar la toalla hasta que según él, la justicia se ponga de su parte. No le importa sentarse en dos tribunales: el del juzgado y el del plató de Ana Rosa Quintana. Queda por ver si Tele 5 contará con él.