Fernando García Morales todavía conserva ese aire de Jorge Negrete que a principios de los 60 enamoró a Meli, educada, buena anfitriona, de sonrisa dulce y magnética mirada que a sus 16 años paseaba por La Pérgola de Cánovas, frecuentaba el Avenida --con sus inolvidables orquestas-- y veía películas en el cine Capitol.

Años atrás, su marido cultivó una formación intelectual y tradición liberal en el Cáceres del Jamec (allí actuó Machín), en el Cáceres del Viena (ese café literario donde Pedro de Lorenzo y Alfredo Marqueríe escribieron Tristón del tedio ) y, en definitiva, en el Cáceres donde Fernando, por entonces un joven apuesto, se hizo periodista.

Los 16 años de diferencia entre la pareja nunca fueron impedimento para que fraguara una bonita historia de amor que los ha mantenido unidos a lo largo de todo este tiempo. Juntos han recorrido el mundo en sus viajes por América, Asia y Europa, y aunque ella estudió Magisterio, taquigrafía y mecanografía y trabajó en una casa de diseños de moda de Madrid, lo cierto es que lo dejó todo para dedicarse en cuerpo y alma a su marido.

Y es que Meli encarna a esa generación de mujeres de periodistas capaces de entender una profesión vocacional marcada por el sacrificio, la constancia y la dedicación. Así que no es de extrañar que el miércoles el Ateneo y la Asociación de Periodistas de Cáceres rindieran un homenaje a Fernando García Morales, decano de la prensa cacereña, y de forma indirecta también a Amelia Díaz Andreu. Meli, olé por ti.

Fernando nació en 1924 en el 17 de la calle Olmos. Radio Cáceres no se entiende sin Cayetano Polo Polito, sin Gabriel Romero y, cómo no, sin Fernando y aquel Cáceres, tres menos cuarto , emblemático noticiero en el que Fernando se movía como pez en el agua. Voz de las ondas, el periodista también pasó por EL PERIODICO EXTREMADURA de la mano de nuestro siempre recordado Dionisio Acedo, hombre singular, con dotes de buen conversador y muy respetado por la prensa cacereña. Fernando trabajó en el Diario Hoy y fue corresponsal de Ya y ABC --entrevistó en varias ocasiones a Don Juan en Villa Giralda--. "Un periodista es periodista por curioso. Y la curiosidad es lo que le hace vivir y seguir", dijo Fernando emocionado ante su auditorio, que se quedó pequeño en la cita social de la semana.

Allí nos encontramos con otro de nuestros periodistas veteranos: Enrique Baltar y su mujer Mina, que es bella por fuera pero especialmente por dentro. Vimos a Roberto García del Río, último director de Radio Cáceres, y su mujer, Paquita García, directora de la Compañía Lírica (estamos deseando ver vuestro estreno en el Festival de Alcántara), Sigifredo Ortega Tarancón, jefe de Pita Publicidad, con su mujer, Mariela, Secundino Blázquez, administrativo de Radio Cáceres, Cele Gómez, que empezó de botones, casi ná . Vicente Montes, radiofonista de control, y Juan Montes, su hermano, que llevaba los discos dedicados... Y hubo tiempo para el recuerdo a Demetrio Pulido (acudió su hija Marisol), a Antonio García Plata, y a tantos otros que cada día hicieron posible el milagro de la prensa en esta ciudad.

Milagro que han repetido después Florentino Velaz, ¡qué bien te sienta la jubilación!, Florencio Bañeza, que hizo la laudatio a Fernando, Inmaculada Franco, presidenta de la Asociación de Periodistas, Nuria Labrador, maestra de ceremonias, Fátima Lozano, Sergio Lorenzo, Félix Pinero, Carmen Iglesias, Alberto Valiente, siempre tan atento, Paula Almonacid, nos encantan tus broches, el columnista Antonio Sánchez Buenadicha...

Y una vez más, Pilar Boyero, tonadillera asidua a todos los saraos , esta vez vestida por Roberto Verino. "Tengo muy buena relación con los periodistas, mi trabajo depende mucho de ellos, los cuido porque me cuidan". Isabel Zaballos, esteticien, testigo de una generación, mujer comprometida con la sociedad y la cultura cacereñas. Isabel, con traje de chaqueta verde, que sepas que cada día estás más guapa. También acudieron el humorista Franquete, el restaurador Eustaquio Becedas, que fue jefe de cocina del Ritz, o el ingeniero Juan Gómez.

Los de antes, los de ahora

Esteban Cortijo, lehendakari del Ateneo, responde así a la pregunta de si prefiere los periodistas de antes o los de ahora: "Veo que ahora hay mucha dependencia del líder". Marcelina Elviro, concejala socialista, vota por los periodistas de ahora "porque están más en la realidad" y si debe elegir a uno se queda con Oriana Fallaci, "una periodista del mundo y del compromiso social". Marcelina, nos gusta esa pulsera que has comprado para ayudar a la restauración de la ermita de San Antonio. Y es que Marcelina reconoce que es muy de Cáceres de toda la vida, pero sin ser "excluyente".

Marcelino Cardiallaguet, exconcejal socialista, es de los que opinan que en el siglo XX se ha dado a los periodistas "un papel político y social que quizás no han asumido con suficiente responsabilidad". ¿Y volverá Marcelino a la política? "No creo que me dejen". ¿Por qué? "Con 70 años a una persona en este país no le dejan hacer nada", así que Marcelino, destacado profesor, sigue investigando y ya ha entregado un libro sobre Diego María Crehuet, que fue algo más que una calle, fue nada menos que presidente del Tribunal Supremo y fiscal general del Estado. Por eso está muy bien que Marcelino haga este libro que nos acercará a una figura que tan olvidada tiene Cáceres.

Carmina Santos, de Foro Ciudadano, está de enhorabuena: ha casado a su hija Cintia y fue una boda muy especial, con un cátering servido Juan Antonio Pajuelo, ese crack de los nuevos emprendedores de nuestra ciudad. Para Carmina "los periodistas de antes son más cronológicos, los de ahora, más técnicos". Al homenaje a Fernando se sumaron Victoria Caro, presidenta de esa Asociación Cultural San Jorge que tanto está haciendo por rescatar las costumbres cacereñas, Carmen Lillo, concejala socialista, Juan Carlos Bravo, delegado de Festejos. Y el mítico Miguel Fresneda, que estrenó en el Ateneo No hay ladrón que por bien no venga , la obra de Darío Fo adaptada por el nuevo grupo teatral que dirige, Cambaluz Ateneo. Miguel fue profesor de teatro del Hernández Pacheco y con su varita tocó a actores que están cumpliendo su sueño en Madrid. Así que, Miguel, mucha mierda con Cambaluz.

Y mientras seguimos cruzando los dedos para que nuestro Cacereño de fútbol se bañe hoy en la Fuente Luminosa y el Festival de Teatro Clásico baja su telón tras la celebración de su memorable veinte aniversario, echamos la vista atrás y vemos La Pérgola de Cánovas, la tertulia literaria del Viena, la película del Capitol... Y entre los últimos sones de la orquesta del Avenida, aparece Meli, 40 años atrás, detrás del transistor escuchando la voz de su galán: Lo ha dicho Cáceres, tres menos cuarto .