Las jóvenes que protagonizaron el show erótico el pasado sábado en la discoteca Versus defienden el trabajo que desarrollan y que llevan a cabo en locales de toda la geografía española. Una de ellas, que prefiere mantenerse en el anonimato, se puso ayer en contacto con este diario y aseguró querer zanjar la polémica surgida después de que el colectivo Asamblea Educativa de Cáceres denunciara públicamente la celebración del evento, por considerarlo «machista» y por «utilizar el cuerpo y la sexualidad de la mujer para ganar dinero».

Desmiente que lleven a cabo prácticas sexuales con los asistentes: «Nosotras lo que hacemos es un baile erótico, nos desnudamos y nos vamos, no estamos en contacto con el público más de veinte minutos», indicó. Asegura que lo que se ve en las fotografías forma parte de una coreografía y niega que en sus espectáculos participen menores de edad. Añade asimismo que es la primera vez que sus eventos terminan en una polémica como esta: «Nosotras nos sentimos súper bien en la discoteca». A través de sus redes sociales dijo además que no necesita «que un colectivo de mujeres defienda mis derechos como mujer y que diga que mi espectáculo es machista» porque «es mi trabajo».

Contra el local / La Asamblea Educativa de Cáceres, colectivo del que partió la protesta, aclara que su crítica no iba dirigida a las dos mujeres que protagonizaron el evento, sino hacia la discoteca que lo promovió porque «todo no vale para ganar dinero», asegura el colectivo.

El PSOE también criticó ayer el espectáculo, que calificó de «lamentable». «Más que de un espectáculo, se trata de pornografía, con un marcado componente de género y que aviva la desigualdad y la falta de oportunidades», indicó el portavoz socialista, Luis Salaya. Solicitó que se investigue la presencia de menores de edad así como que se evite por cualquier medio que estos puedan acceder «a espectáculos machistas como este y a locales en los que se consume alcohol».

«La mujer como coartada» / Añade que shows de este tipo «ponen de manifiesto que la industria del sexo crece exponencialmente y, lo que nos parece más grave, que la supuesta libertad de las mujeres es una coartada para los empresarios que a veces dirigen escenarios de explotación». Salaya pide además que se estudie el cartel ya que, teniendo en cuenta la Ley de Igualdad, «podría ser ilegal por usar a la mujer como reclamo publicitario. En cualquier caso, consideramos que es una conducta repugnante».

«Ante espectáculos de este tipo debemos preguntarnos qué modelo de ciudad queremos, si la ciudad que apuesta por la cultura como generadora de riqueza y promoción o la vinculada a este tipo de espectáculos que denigran a la mujer. Desde el grupo socialista lo tenemos muy claro y por ello venimos demandando una apuesta fuerte por la cultura, que no vemos en la ciudad», concluye el portavoz socialista.