La Semana Santa cacereña tiene seis siglos de historia y por tanto muchos misterios que de cuando en cuando deparan sorpresas. Así acaba de ocurrir con el Señor de la Columna, una talla de cuatro centurias cuya auténtica autoría no se ha descubierto hasta el momento. Pero además, según la documentación de la cofradía del Humilladero, este hallazgo hace de él una obra única y de alta consideración artística: es uno de los poquísimos Amarrados con una de las manos hacia arriba (en realidad el único conocido); es el primer Jesús atado a la columna barroco hecho en Sevilla, con documentación que así lo prueba; y está tallado por el mejor escultor que había en la ciudad hispalense en aquel tiempo: el artista flamenco José de Arce. Por tanto, también se convierte en la única imagen cacereña de autor europeo.

El Señor de la Columna pertenece a la cofradía de la Santa y Vera Cruz, aunque desde 1913 se encuentra en el templo del Espíritu Santo y desde 1995 procesiona con la cofradía del Humilladero, en virtud de un acuerdo de cesión firmado hasta el 2033. En general se pensaba que era obra del escultor sevillano Pedro Roldán o de su círculo, pero ninguna documentación avalaba esta tesis.

Sin embargo, según relata Ismael López, secretario del Humilladero, el descubrimiento ha tenido su origen curiosamente a través de internet. "Atraído por una fotografía de la imagen que vio en la red, en el 2006 se desplazó a Cáceres José Luis Romero Torres, historiador de Arte y conservador del patrimonio histórico de la Junta de Andalucía, investigador y gran especialista en la escultura sevillana de los siglos XV al XX, y gran conocedor de la obra del escultor flamenco José de Arce. Vino para observar y analizar la talla", explica.

Y ese interés dio sus frutos. El pasado verano, Romero Torres descubrió en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla el contrato original de compra y hechura del Señor de la Columna, en el que figuran varios datos: está fechado en Sevilla el 22 de junio de 1655, tiene un plazo de ejecución de tres meses, la medida son dos varas de alto, su precio se establece en 133 pesos de plata de a 8 reales cada uno, y el escultor es José de Arce. El documento agrega: "Habrá de hacerse un cajón para su traslado a Cáceres" .

Tras conocer esta noticia, las cofradías del Humilladero y la Vera Cruz han organizado una conferencia a cargo del investigador, que ha recibido la medalla de ambas hermandades y ha desvelado aún más detalles de la talla. Por ejemplo, el Señor de la Columna tiene una serie de rasgos definitorios del estilo de Arce: formas blandas, ausencia de patetismo, complexión fuerte y musculatura desarrollada, pelo voluminoso y un tipo de barba no rayada ni peinada, sino voluminosa también, aunque ya no se aprecia debido a intervenciones desafortunadas sobre la imagen.

El tamaño de la columna responde a una cuestión de época: hasta el Barroco, las columnas de las imágenes de esta iconografía eran altas, en el siglo XVII tornaron a bajas y a partir de la Ilustración alternaron.

El resto de la historia de la talla ya es más conocida. "Sí sabemos que el alférez Francisco Carrasco otorgó poder a su padre, Benito Martín Carrasco, para que, en su nombre, donase la imagen a la Vera Cruz, pues él se marchaba a las Indias", recuerda el secretario del Humilladero. Aquel acto tuvo lugar en la ermita de San Benito (hoy de la Paz) en enero de 1656. Se pidió que la talla saliera cada Jueves Santo, y así lo vino haciendo con la Vera Cruz hasta 1913, cuando Justa López-Montenegro y Carvajal regaló a esta hermandad su actual Flagelación.

El Señor de la Columna fue trasladado a la entonces ermita del Espíritu Santo y permaneció en el olvido, bajo una gotera y en un estado lamentable, hasta que en 1995 la cofradía del Humilladero comenzó a rendirle culto y a sacarlo otra vez en procesión cada Jueves Santo. El nuevo hallazgo viene a revalorizar su consideración histórico-artística y por extensión la de la Pasión cacereña, donde aún quedan muchas incógnitas ocultas en los siglos.