Se va a intentar por todos los medios solucionar el tema de los cafés-concierto y habrá que tocarlo ya". Así se pronunció ayer la que será a partir de hoy alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, tras la ola de denuncias que están sufriendo los locales que programan actuaciones musicales, para las que ninguno tiene licencia, y que se han visto obligados a suspenderlas para evitar las sanciones, tal y como publicaba ayer este diario. La Cuerda, uno de los afectados, ha tomado la decisión finalmente de cancelar los conciertos y solo mantener las sesiones de djs.

Ante esta situación, Heras aseguró en declaraciones a este diario que se revisarán todas las licencias de los locales que ofrecen esta actividad para ver cómo está la situación y estudiar de qué manera se puede llegar a una solución.

"El propósito --dijo-- es no torpedear y hacer un tratamiento equilibrado para que la actividad cultural siga, pero controlando". ¿Cuándo empezará el ayuntamiento a trabajar en este asunto? "Habrá que tocarlo ya. Tengo que aterrizar pero es un tema importante", respondió Carmen Heras.

SINTONIA Y COLABORACION Quien también se pronunció ayer sobre esta polémica fue Felipe Vela, que dirigirá la candidatura de Cáceres 2016. El concejal de Foro Ciudadano consideró que este tipo de actividades serán uno de los "elementos esenciales" del proyecto 2016 y abogó por reordenar los establecimientos que promueven la música en directo para mantenerlos "abiertos, no cerrados".

Sí matizó que es necesario que haya entre los hosteleros una "sintonía y colaboración", en referencia a las denuncias presuntamente del café Aldana que el pasado fin de semana motivaron la intervención policial en los cafés Vivaldi, La Cuerda y El Corral de las Cigüeñas. En estos dos últimos, se levantaron actas sancionadoras por celebrar conciertos sin autorización.

Por su parte, la Asociación de Músicos de Extremadura (Amex) hizo un llamamiento a la calma a los hosteleros. Uno de sus representantes, Alfonso Búrdalo, valoró que las "guerras fraticidas en el sector lo único que provocarán es una falta de unión y consenso" , a la que cree que se había llegado tras la concentración Todos somos 2016 de marzo.

Asimismo, se invita a los hosteleros a que pidan los permisos para adecuar los locales y conseguir así "una ciudad viva culturalmente sin restar calidad de vida a los vecinos por el ruido".