Carlos Barra Quitanilla, de 37 años, presunto autor de la muerte de sus padres, Manuel Barra y Consuelo Quitanilla, confiesa ante el juez de Cáceres, Francisco Matías Lázaro, ser el autor de los crímenes. Así lo asegura su abogada tras declarar ante el magistrado durante algo más de una hora y media.

Asimismo y según fuentes de la fiscalía, Carlos Barra ha detallado que los crímenes los cometió a primera hora de la mañana del domingo. Primero, disparó a su padre y, seguidamente, a su madre, que se encontraba dormida. Además, el presunto asesino, al comprobar que Manuel no había muerto, le asestó varias puñaladas con un cuchillo que había en la casa. También ha alegado que se encontraba bajo los efectos de varias sustancias estupefacientes, principalmente cocaína, por lo que se le practican pruebas forenses para determinar qué tipo de las drogas.

Tras las muertes, según la fiscalía, el hijo se llevó 5.000 euros que pertenecían al padre y huyó. Hasta su detención, Barra estuvo hospedado en un hotel de Zafra, pero las noches de lunes y martes las pasó en un prostíbulo. El miércoles, día de la detención, se trasladó a la Lapa, donde había dejado su coche, momento en el que la Policía Nacional le arrestó.

La fiscalía asegura que, durante la declaración, el detenido no ha mostrado arrepentimiento y tampoco ha explicado por qué mato a sus padres.

El juez ha decretado el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, de Carlos Barra. Francisco Matías Lázaro ha levantado el secreto expreso del sumario.

El empresario cacereño Manuel Barra y su mujer, Consuelo Quintanilla, aparecieron muertos en su vivienda en pasado lunes y, el miércoles, la policía detenía al hijo pequeño del empresario, que se encontraba en paradero desconocido desde el descubrimiento de los asesinatos.