El Ministerio Fiscal ha imputado al hijo del matrimonio hallado muerto el pasado mes de marzo en el barrio de La Mejostilla, en Cáceres, dos delitos de asesinato con el agravante de alevosía por lo que podría enfrentarse a penas de 30 a 40 años de prisión.

El Juzgado de Instrucción Número 2 de Cáceres ha celebrado hoy la comparecencia inicial por el caso del matrimonio hallado muerto en la barriada de La Mejostilla en Cáceres el pasado 19 de marzo, según han informado fuentes de la Fiscalía de Cáceres.

La comparecencia se enmarca dentro del proceso que establece de la Ley del Tribunal del Jurado, puesto que el delito de asesinato es uno de los incluidos a juzgar con jurado popular y en la misma han estado presentes la fiscal y el abogado de la defensa.

El ministerio ha imputado al autor confeso del crimen dos delitos de asesinato con el agravante de alevosía, al considerar que las víctimas no se pudieron defender.

Esto supondría enfrentarse a las penas de 15 a 20 años de prisión por cada uno de los delitos, según recoge el artículo 139 del Código Penal. No obstante, y la Fiscalía no descarta que más adelante, según vaya avanzando la instrucción, se puedan añadir otros agravantes.

El matrimonio fue hallado sin vida en su domicilio el pasado 19 de marzo y desde el primer momento se sospechó del menor de los hijos, que se encontraba en paradero desconocido.

Tres días más tarde fue detenido en una localidad cercana a Zafra y confesó haber sido el autor de los disparos de escopeta que acabaron con la vida de sus padres.

El imputado, de 38 años, confesó que era consumidor habitual de cocaína, quería dinero para invitar a sus amigos y que cuando los mató, dijo en su primera declaración, "estaba bajo los efectos de las drogas: cocaína y trankimazín".

Tras disparar a su padre, de 73 años, hizo lo mismo con su madre, de 64, que dormía profundamente en otra habitación.

Al volver a la habitación de su padre comprobó que no estaba muerto y le remató con un cuchillo de cocina, según declaró.

El imputado que tiene antecedentes por violencia machista, aseguró que acabó con la vida de su madre para que no sufriera por la muerte de su padre.

En un primer momento pensó en suicidarse, pero recordó que el padre tenía dinero, más de 5.000 euros, los cogió y huyó a la localidad donde residía su amigo y donde fue detenido.