La noticia de la apertura de una carpa climatizada en el ferial, que estará funcionando todos los fines de semana del mes de octubre para la celebración de las novatadas, ha caído como un jarro de agua fría entre los hosteleros de la plaza Mayor, La Madrila y los gerentes de las tres discotecas de la ciudad.

Ayer, una nutrida representación de todos ellos convocaron una reunión de urgencia para exigir al ayuntamiento que este nuevo local se ajuste a la normativa de la Junta de Extremadura en cuanto a la regulación de los horarios de cierre.

El consistorio autorizó a los estudiantes Juan María Uribe Carretero (en representación de la Politécnica) y a Iván Muñoz Martínez (de Veterinaria) la cesión de terrenos en el hípico para celebrar fiestas universitarias. A cambio, los estudiantes debían abonar 3.000 euros (500.000 pesetas) en concepto de aval. Las fiestas se autorizaron del 9 al 11, del 16 al 18, del 23 al 25 y desde el 30 de octubre al 1 de noviembre.

Hasta ahí, todos de acuerdo. Sin embargo, la negociación entre estos estudiantes y los hosteleros gerentes de La Vieja Trova (en La Madrila) y Blues Flowers (en la plaza) ha sido el eje de la discordia. Los hosteleros han alquilado una carpa en Valladolid, que ayer instalaron, y su intención es alargar la fiesta todos los fines de semana hasta la madrugada.

Los empresarios que no forman parte de este proyecto se sienten agraviados, consideran que la iniciativa les restará clientela y, por tanto, piden al consistorio que vele para evitar el desajuste horario. Los hosteleros estiman que esta carpa se engloba en los locales de categoría K, es decir, espectáculos al aire libre. La normativa estipula que este tipo de actividades deben culminar a las dos de la mañana, los viernes y sábado. El resto de los días lo harán media hora antes.

La carpa ha costado 9.000 euros, tiene capacidad para 2.500 personas y dispondrá de varias barras. Abrirá hoy a las 13.00 horas con la fiesta de la Politécnica.