Los hosteleros de La Madrila que obtengan el tercer grado podrán dormir estas navidades en sus casas. Se les ha concedido un permiso especial para que puedan pasar Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo con sus familias. Se les permitirá así salir desde el 21 hasta el 26 de diciembre y desde el 28 hasta el 2 de enero. Se trata de una autorización que contempla el reglamento penitenciario que permite a los presos en régimen de segundo y tercer grado permisos de salida extraordinarios para circunstancias especiales (también por fallecimiento de familiares directos, nacimiento de hijos,...), salvo que concurran circunstancias excepcionales que lo impidan. Al año pueden disfrutar de 48 días de libertad en total, distribuidos en los dos semestres. De momento los hosteleros de La Madrila tendrán diez días de libertad.

Según ha podido saber este diario, ya han conseguido este permiso cinco de los que cumplen la condena por el caso de los ruidos en el centro penitenciario cacereño. A los dos primeros (los gestores de La Belle y Latino’s) les llegó la comunicación la semana pasada y hoy ya la tienen los dos de Maquiavello y el de Sugar. En realidad se espera que a lo largo de esta semana obtengan este tercer grado otros tres (La Cuerda, uno de Tacones y Down).

Solo quedarán en prisión el propietario de Barroco y otro de Tacones porque fueron los últimos en ingresar en la cárcel, a finales del mes de noviembre. Según las primeras informaciones su permiso podría llegar en torno a mediados de enero, aunque se da la circunstancia de que uno de ellos (Tacones) es el único que aún no ha satisfecho las indemnizaciones. Cabe la posibilidad, no obstante, de que se le otorgue el tercer grado a pesar de ello, siempre y cuando la junta de tratamiento entienda que tiene voluntad de hacer frente a ellas.

EN RÉGIMEN ABIERTO / Una vez que reciben el tercer grado ya no vuelven a pisar el centro penitenciario. Son trasladados directamente al Centro de Inserción Social Dulce Chacón, que es un edificio que está anexo a la cárcel. Estos lugares están destinados al cumplimiento de penas privativas de libertad en régimen abierto, es decir, para los presos que tienen cierta libertad, como el caso de los hosteleros. Será aquí donde cumplan el resto de la condena.

Cuando Instituciones Penitenciarias les concede este permiso traslada a los presos al Centro de Inserción Social, donde permanecen unos días para ser evaluados por el psicólogo, el educador y el asistente social. El objetivo es confirmar que están preparados para salir a la calle y reinsertarse en la sociedad. Lo esencial en este momento de cumplimiento de la condena es la confianza en el preso, apelando a su sentido de la responsabilidad. Por eso, después de estos trámites pueden comenzar a disfrutar de ese régimen de semi libertad y se les autoriza a salir los fines de semana durante todo el día, con la obligación de regresar a dormir. Además, aquellos presos que acrediten estar en posesión de un contrato de trabajo (tiene que haberlos contratado un empresario externo a la familia) podrán también salir los días de diario con la obligación de estar en el centro a la hora de dormir (normalmente entre las 20.00 o las 21.00 horas). En caso de que el contrato de trabajo fuera de noche se hará al contrario, es decir se asignará una hora de salida por la tarde y otra de regreso por la mañana.

COMPARTEN HABITACIÓN / La vida en los centros de inserción es completamente distinta a la de las cárceles. Aquí comparten espacio también con otros presos y duermen casi todos juntos, en literas. Aunque la convivencia ya es mínima, ya que solo tendrán que coincidir por las noches. Por el momento se desconoce el tiempo que deberán permanecer los hosteleros en el centro de inserción (cabe recordar que fueron condenados a dos años y tres meses de prisión salvo uno, que debe cumplir dos años y nueve meses). El trámite habitual es que, pasado un tiempo, los condenados puedan ya marcharse a sus casas estando controlados mediante las pulseras telemáticas, a través de las que se vigilan sus movimientos y se controla la hora de llegada a casa.