El incendio sigue activo y las altas temperaturas que vive Cáceres estos días, con los marcadores de los termómetros por encima de los cuarenta grados, no permitieron ayer al Infoex, hasta el cierre de esta edición, rebajar el nivel 1 de peligrosidad. Al mediodía, Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, pidió cautela y, aunque dijo que el fuego evolucionaba favorablemente, exigió máxima atención. "La experiencia me dice que, hasta que estén apagados, no acaban nunca de estar controlados", afirmó.

A falta de confirmación oficial, las hectáreas calcinadas podrían haber superado ya las 2.000. Durante la mañana de ayer varios retenes seguían con la labor de extinción y por la tarde, según pudo saber este periódico, se produjo un rebrote en la zona perimetral del fuego que fue controlado al poco tiempo pero que precisó el desplazamiento de un helicóptero a la zona. Los bomberos mantuvieron un retén durante todo el día en las cercanías de la partida rural El Galindo. "Tenemos allí un vehículo a modo de prevención", resumieron.

Los vecinos ya han vuelto a sus casas y reflejaron que el fuego, que provocó cuantiosos daños en las zonas frondosas y en los jardines, no llegó a entrar en las casas. Fernández Vara resaltó la "diligencia" con la que se ha actuado al poner "todos los medios a disposición" y también agradeció la colaboración ciudadana. Además, alentó a los medios de extinción en su trabajo para asegurarse de que el fuego no vuelva a rebrotar. "El viento es el mayor enemigo en estos casos", avisó.

La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, volvió a hablar de nuevo ayer del incendio y afirmó que, una vez que se extinga por completo, se reunirá con responsables de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio para valorar los daños producidos y las posibles acciones a emprender para paliarlos. Sí aseveró que la seguridad de todas las personas "está completamente garantizada" y abogó por "mantener la prudencia".