El informe de la Oficina Técnica de Accesbilidad de Extremadura (Otaex) concluye que la calle Alzapiernas presenta ahora más problemas de accesibilidad que antes de la reforma. Tal y como informó ayer este diario el ayuntamiento tendrá que volver a intervenir en la vía para adaptarla, en la medida de lo posible, a la normativa. Solicitó asesoramiento a este organismo, dependiente de la Junta de Extremadura, sobre cómo mejorar esta calle y su entorno (Sánchez Varona, Zurbarán, San José y Parras) para adaptarlas a la normativa de accesibilidad después de que el Ejecutivo autonómico advirtiera que el proyecto ejecutado incumple la orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados.

La administración regional examinó la reforma tras recibir la denuncia de un cacereño, discapacitado visual, porque no cumplía con la normativa. Ahora la Otaex ratifica el informe de la Junta. En Alzapiernas directamente plantea impedir el acceso a las rampas construidas «por cuestiones de seguridad» debido al «riesgo de caídas». Las cuestas tienen pendientes muy elevadas, sobre todo la ubicada en la parte derecha de la escalera mecánica, que da acceso a los números impares. Tiene una inclinación del 27%; en el resto de la calle hay tramos del 18% y del 24% (los límites legales son del 8 o el 10% según la longitud de la vía). La oficina propone así bloquear el paso con mobiliario urbano (como podrían ser maceteros) o sustituir la de mayor pendiente por escaleras. En las demás opta por intercalar peldaños con las cuestas para disminuir la pendiente.

La Otaex propone también incorporar bandas señalizadoras en el borde de los peldaños de las escaleras de obra para que se distingan bien e incluir franjas de pavimento táctil que indiquen a los discapacitados visuales su presencia. Aconseja asimismo colocar doble pasamanos a ambos lados. En cuanto a la escalera mecánica, a pesar de que no cumple la normativa porque no tiene la anchura suficiente, reconoce que es imposible adecuarla a la legislación. Sí propone, no obstante, señalizar el comienzo y el final de la misma con pavimento táctil, incorporar contraste cromático en el suelo para que se diferencie de la escalera y eliminar los pasamanos fijos instalados junto a la misma, porque cabe la posibilidad de que alguien se agarre a ellos y se caiga. Propone también sustituir las rejillas por otras con aberturas menores que impidan que se atasquen bastones, muletas o sillas de ruedas y mejorar la señalización con cartelería que incluya las particularidades del terreno.

En Sánchez Varona también critica la pendiente (del 17%) y aconseja instalar pasamanos a ambos lados de la calle, reforzar la iluminación y mejorar la señalética. Zurbarán tampoco tiene el ancho mínimo exigible en algunos tramos, por lo que pide que se eliminen los bancos que la hacen más estrecha. En las rampas que unen San José con Zurbarán el pavimento que indica a los ciegos su existencia está mal colocado. Y en Parras propone crear una plataforma única en toda la calle porque no tiene el ancho mínimo.

Según esto habría prácticamente que rehacer todo el proyecto pero el ayuntamiento no se plantea esta opción. Tampoco retirar la escalera. «No queremos volver a abrir Alzapiernas y, si hay que hacer pequeñas intervenciones, vamos a intentar no volver a cortar la calle», afirmó ayer el alcalde, Luis Salaya. La intención del equipo de gobierno es realizar obras menores para corregir los problemas e intentar arreglar la mayor parte de ellos con la colocación de mobiliario (en las rampas, por ejemplo, instalar bandas antideslizantes). Ahora los técnicos municipales evalúan el informe para elaborar un nuevo proyecto que contemple estas correcciones. Por el momento no existe fecha para intervenir de nuevo en la calle, primero habrá que buscar financiación.