Las nuevas tecnologías llegan a todos los rincones, aunque en Cáceres hay alguno que se resiste aún. Mientras los vecinos de la capital cacereña pueden navegar en internet a gran velocidad, los vecinos del Casco antiguo sobreviven aún con internet propio del medievo. Los negocios y las viviendas se benefician de la zona monumental por su valor histórico y precisamente es este el que dificulta que la red de alta velocidad se instale en la barriada porque las redes deben ir soterradas y la inversión es muy costosa. En ese sentido, las operadoras se desentienden y ponen el punto de mira en el ayuntamiento.

Algunos comerciantes optan por servirse de la conexión de sus teléfonos móviles, pero hay otros a los que no les queda más remedio que contratar servicios de internet. A escasos veinte metros conviven los negocios de Inés Márquez y su hija. Esa es la distancia que separa a Moret, que si soporta la velocidad de la fíbra óptica, y Paneras, en la que es imposible usar un ancho de banda más rápido. La propietaria lamenta que este problema dificulta en su mayoría las ventas con tarjeta. «Afecta al datáfono y los clientes valoran la rapidez», concluye mientras atiende a un negocio en pleno centro turístico de la ciudad. En General Ezponda se encuentra Octavo arte, un negocio de hostelería que también sufre las consecuencias de la falta de velocidad de internet. En el restaurante usan conexión de ADSL y aseguran que les afecta de forma negativa en el servicio de venta a domicilio. «Utilizamos la plataforma Just eat y cuando la conexión se para y no nos llegan los pedidos, de repente recibimos siete seguidos, con el retraso y el problema para el cliente que eso conlleva», destaca Roberto Andrade, camarero del restaurante. Insiste en que «hay algunos compañeros que tienen instalada fibra óptica, pero funciona igual de lento», critica.

Cabe destacar que de manera excepcional, algunos edificios institucionales como las instalaciones de la diputación en el palacio provincial o la filmoteca extremeña si cuentan con fibra óptica, pero los colectivos vecinales reclaman desde hace meses que esa situación se equipare al resto de residentes.

En ese sentido, el pleno apoyó ayer por unanimidad una moción del PSOE para que el consistorio ponga en marcha «as actuaciones necesarias» con las empresas distribuidoras para su instalación. En el debate, Salaya planteó que se podría compensar con ayudas el elevado precio que supone el soterramiento de la red. Consuelo López de CáceresTú reclamó más claridad sobre el proyecto. Cayetano Polo de Ciudadanos lamentó que la ciudad monumental tiene un problema no solo de fibra óptica, sino también de abandono. Por último, el portavoz del equipo de Gobierno, Rafael Mateos, apuntó que el ayuntamiento ha mantenido contactos con operadores, que exponen que el problema es la ley de patrimonio de la Junta y que es necesario su modificación para facilitar su instalación.