El policía del Grupo de Homicidios de Madrid que dirigió la investigación del asesinato del matrimonio del residencial Montesol de Cáceres descarta la presencia del chófer, Rafael Sánchez, uno de los tres imputados, en el lugar del crimen. Así lo expresa durante las dos horas que ha durado su declaración ante el jurado.

Este agente alega que, además de comprobar la coartada, en el vehículo de la familia, que conducía el acusado, no se encontraron restos de las víctimas y se constató que el coche no se había limpiado. Sin embargo, asegura que existen evidencias de la presencia de Ángela Aparecida, en la vivienda, según los datos arrojados por las pruebas científicas practicas en la casa.

El policía también descarta que el asesinado, Juan Antonio Torrecilla, sufriera amenazas de algún clan gitano, como sostiene el abogado de la defensa. En cambio, subraya que el móvil del crimen por el robo, puesto que no aparecen los 500 euros que Torrecilla sacó de un cajero aquella mañana, ni su cartera, y está comprabada la deuda que existía entre el matrimonio y la asistenta.

Por último, el agente informa al tribunal que las muertes fueron muy violenta y con ensañamiento, y que se utilizó un bate de béisbol y una navaja del propio Torrecilla.