La Guardia Civil de Cáceres investiga la posible conexión de una red de narcos recientemente desarticulada con locales de copas de la provincia. De la investigación realizada hasta ahora se deriva esta posible relación, ya que se ha demostrado que los integrantes de esta red se encargaban de distribuir la droga principalmente en bares y locales de ocio dedicados a los más jóvenes.

Así lo pusieron ayer de manifiesto el subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, y el teniente coronel jefe de la Comandancia de Cáceres, José Angel Giro Castro, al informar de la operación antidroga llevada a cabo "con excelentes resultados", indicó Solís. Aunque se reconoció que de las actuaciones realizadas hasta ahora "se han derivado otras líneas de investigación", en clara referencia a los locales donde se distribuía la droga, nada más se especificó "para no perjudicar el curso de la investigación, que sigue abierta".

En esta operación, a la que se ha dado el nombre de Acaro y de la que ya ofreció ayer algunos datos EL PERIODICO, se han incautado más de 82 kilos de hachís, 7 vehículos, 9 teléfonos móviles, 5.627 euros en metálico y diversa documentación para su estudio; y se ha detenido a 11 personas, ocho de las cuales se encuentran ya en prisión y tres en libertad con cargos. Además, añadió Giro Castro, "no se descartan nuevas detenciones, pues la investigación sigue abierta".

Entre los 11 detenidos hasta ahora, de edades comprendidas entre los 25 y 45 años, aunque hay dos que superan los 60, se informó de que nueve son vecinos de la provincia de Cáceres y dos de nacionalidad magrebí. Y respecto a la droga incautada se indicó que provenía del sur.

LA OPERACION El alto mando de la Comandancia cacereña explicó que todo se inició a finales de julio, y las investigaciones realizadas llevaron a la realización de las primeras detenciones a finales de septiembre.

En un primer momento se localizó y detuvo a tres componentes de la red que circulaban en dos vehículos, uno de ellos utilizado como lanzadera y en cuyo interior transportaban 63 kilos de hachís. Posteriormente, y gracias a esas detenciones, se procedió al arresto de otras dos personas y la incautación de otros 18 kilogramos de hachís ocultos en el doble fondo de otro vehículo.

Seguidamente, y tras la realización de varios registros realizados en diferentes puntos de la provincia, fueron detenidas otras cuatro personas e incautado un kilogramo de hachís. Y el pasado miércoles se llevaron a cabo los dos últimos arrestos.

La red desarticulada, explicó Giro Castro, se dedicaba básicamente a la distribución y venta de drogas en bares y locales de ocio de la provincia cacereña, principalmente de Cáceres y Plasencia, "por lo que esperamos que durante bastante tiempo sea bastante más complicado adquirir este tipo de sustancias en estos locales, y así proteger de alguna manera a nuestra juventud de estos peligros".

La red estaba perfectamente organizada y obtenía la mercancía a raíz de sus contactos con otras redes que operaban en el sur de España y con una ubicada en la localidad de Plasencia.

Contaba también con una infraestructura para el transporte, distribución y venta de la droga por la provincia.