En el año 2009, José Luis Bravo comenzó a escribir sus pensamientos en Mi dulce memoria , un blog sólo para usuarios de Internet. Ahora, unos siete años después, ha decidido publicar un compendio de esos escritos en un libro que lleva el mismo nombre que su cuaderno de bitácora digital. "Cuando abrí el blog, mi intención era que los recuerdos que tengo desde pequeño no se olvidaran. Los 46 relatos que contiene esta obra hablan de mí, de mi forma de ver la vida", cuenta.

Para seleccionar los relatos de la obra, Wuito, como le llama toda la gente que lo conoce, realizó una especie de casting por facebook. "El 50% del libro lo eligieron mis seguidores de entre los más de 140 escritos que tiene el blog, y el otro 50 %, yo", dice. No en vano, su espacio online cuenta con más de 40.000 visitas procedentes de todos los lugares del mundo. "A veces me asombra. Llegan de Extremadura, pero también de muchos países de Europa o América", comenta. Y celebra la conversión de su obra de formato digital a papel. "Es que no tiene nada que ver leer Internet con lo bonito que es coger un libro en papel. Ese sentimiento...".

Wuito, trabajador de Cocemfe Cáceres, confiesa que le gusta escribir desde pequeño y admite una gran evolución desde aquel chaval que ganaba premios de poesía en EGB hasta el José Luis Bravo de hoy. "Y no sólo como escritor, sino también como ser humano y como persona. En Mi dulce memoria se puede observar más madurez, otra forma de ver la vida. Vivo un aprendizaje constante", dice el escritor, que ya había publicado 5 libros antes de este último. "Pero eran muy diferentes, de adolescencia".

La temática de su última obra es variada. Desde el amor o la rutina hasta la visita obligada cada domingo a ver al Cacereño en el Príncipe Felipe. "El sentimiento futbolero me lo inculcó mi padre", afirma risueño, y recuerda que la primera edición del libro está casi agotada. "Se sacaron 200 ejemplares y ya estamos preparando la segunda edición". El pasado jueves, Wuito presentó sus relatos en el café librería Psicopombo. Y también tiene pensado hacerlo en Badajoz el próximo jueves, en Madrid en junio y en Salamanca más adelante. "Hay posibilidad de llevarlo a Barcelona, pero ya se verá", asevera.

Con su libro ya en papel, no tiene idea de abandonar el blog. "Este espacio no tiene fecha de caducidad. ¿Que si da para otro libro? Ya lo veremos. La vida sigue", reflexiona. Y tampoco piensa en ventas ni en objetivos megalómanos. "Lo único que pretendo es hacer a la gente partícipe de mis sentimientos", finaliza.