Nadia tiene 3 años y David 18 meses, son hermanos, nacieron en Rusia y desde hace un año y medio acuden al taller de integración cultural para niños inmigrantes que Cáritas Interparroquial de Cáceres tiene en marcha en San Francisco. Ayer estaban especialmente contentos --Nadia incluso se atrevía a cantar un villancico en inglés y una canción en español--. El motivo era la esperada Fiesta del Regalo, que por quinto año consecutivo, acogía el centro de San Francisco.

Junto a ellos estaban Luis, de 7 años, y su hermano Samuel, de 2, que son bolivianos y que llegaron con su padre a la ciudad hace 11 meses, así como la mayoría de los 35 niños --de Angola, Venezuela, Mauritania, Marruecos, Argentina, Ecuador, Nigeria y de Cáceres-- que asisten diariamente al taller, acompañados por sus padres y madres. "Aquí los niños no son tan extranjeros", decía Julia, madre de Nadia y David.

Inés Pérez, coordinadora del proyecto, explica que "como los niños tienen distintas religiones no celebramos ni Reyes ni Papá Noel, simplemente, el primer día de taller de enero lo dedicamos a esta fiesta". Este año los juguetes han sido donados por Cáritas Interparroquial de Sierra de Gata y por particulares y además de los niños del taller, también han recibido un obsequio los nietos de las voluntarias que cada día sirven la merienda.

Dos monitores de la Asociación Nutria, que encandilaron a los niños con canciones, juegos y cuentos, fueron los encargados de repartir los regalos. Poco antes de recoger el suyo, Luis decía que lo que más ilusión le haría sería "un ordenador o una Play Station", aunque reconocía que cualquier otra cosa también le gustaría.

Un café para los mayores y unas "chuches" para los pequeños ponían el fin a una fiesta en la que el mejor regalo era ver la cara de los niños.