Dos delitos de homicidio en grado de tentativa, por los que se solicitan 16 años de prisión, imputa el Ministerio Fiscal a C. D. G., al que se acusa de intentar asesinar a su excompañera sentimental y a la nueva pareja de ésta.

C. D. G. será juzgado el próximo martes en la Audiencia Provincial. Se sentará en el banquillo de los acusados para responder de unos hechos ocurridos en la madrugada del 1 de marzo del año pasado. Según recuerda el fiscal en su escrito de calificación la tarde antes el acusado se había encontrado con su excompañera, con la que había convivido durante varios años y tenido tres hijos en común, y su nuevo compañero, con el que convivía en una casa de campo situada en el término municipal de Casas del Castañar. Le comentó que sus padres le habían echado de casa por haber reanudado el consumo de drogas, y ella "se compadeció y le ofreció vivir con ellos hasta que encontrase un centro de desintoxicación".

Hacia la 01.00 horas del 1 de marzo el procesado acudió a la vivienda de la pareja. Ella ya estaba dormida y su compañero, tras tomar una copa con él, se fue a acostar, quedándose el acusado en otro cuarto.

"Al quedarse solo el acusado se empezó a sentir humillado, lo que le enfureció hasta el punto de tomar la decisión de matarlos, para lo cual se dirigió a la cocina y cogió dos cuchillos de algo más de 14 y 16 centímetros de hoja. Empuñando uno en cada mano --añade el fiscal-- se dirigió al cuarto de la pareja, se arrojó sobre ellos en la cama y comenzó a asestarles golpes con los cuchillos". Su expareja evitó que le clavara uno de los cuchillos en su cuerpo al agarrar su hoja con una mano, en la que se produjo lesiones, mientras el procesado centraba su ataque en el compañero de ella, que sufrió un total de 20 heridas incisas.

Consiguieron encerrarse, y pudieron huir una hora después, cuando el autor de la agresión se quedó dormido tras beberse una botella de orujo.