El Cefot cacereño vuelve a vestirse de gala. El acuartelamiento acogió ayer la jura de bandera de los 1.219 alumnos --1.138 hombres y 81 mujeres-- del primer ciclo de este año en una ceremonia multitudinaria y a la espera de recibir otro reemplazo aún más numeroso. Según afirmó el coronel jefe Francisco de Asís Ramírez, 1.445 reclutas ingresarán en noviembre después de que los alumnos que se encuentran ahora en las instalaciones completen su formación en octubre y abandonen las instalaciones. Será la de final de año la cifra más alta de alumnos que recibe la base desde que forma a soldados profesionales. En ese sentido, Ramírez garantizó la continuidad de las instalaciones y destacó la consolidación de la base en los últimos años.

El acto castrense fue presidido por el general de divsiión directo de Enseñanza, Amador Enseñat y Berea, que también aplaudió la labor de los alumnos y del centro de formación al finalizar la ceremonia, que se prolongó durante alrededor de una hora. Arrancó puntual y las gradas llenas. Tal fue la acogida que el acto hizo despliegue de un dispositivo excepcional, con baños portátiles, cantina y la carretera de acceso cortada para que familiares y cacereños pudieran desplazarse caminando desde el ferial a la base. La ceremonia contó, como es habitual, con el homenaje a las madres de los militares, que este año recibió María Gracia Jiménez, madre del alumno número uno del ciclo, Fernández Sánchez Jiménez, y culminó con el tributo a los caídos y el decálogo del soldado, que arrancaron los aplausos de los asistentes.