"Es más cómodo para los turistas que la Oficina de Turismo esté en la plaza Mayor. Y también que ésta tenga más estabilidad en el servicio y en el personal". Santiago Avendaño, del Hotel La Boheme, quien festeja la capitalidad gastronómica que consiguió la ciudad durante el 2015. "Fue un puntazo", confirma. Avendaño cree que la ciudad "vive mucho de la gente de paso, que proviene del norte, busca las playas del sur y para en Cáceres porque le pilla a mitad de camino", y que con una mayor promoción "se conseguiría que no sólo se quedaran aquí un día". Una mayor variedad de ocio sería otra buena opción para él.