Muchos llevan casi más tiempo en Cáceres que en León, su tierra; pero se niegan a perder sus raíces. Por eso cada año, en febrero, organizan el tradicional cocido maragato, el que se elabora en la localidad de Castrillo de los Polvazares, en la zona de Astorga.

Tiene de peculiar que se come al revés; es decir, primero se sirve el chorizo, la morcilla, la carne, la oreja, la costilla adobada y la panceta; después los garbanzos con berzas y para terminar la sopa. De postre no pueden faltar las natillas caseras con galleta.

La Casa de León organizó ayer esta tradicional jornada, que viene celebrándose desde 1990. Reunió a 125 personas en el hotel Agora, según la presidenta del colectivo, María Dolores Llorente.

No es el único encuentro que celebran al año, entre marzo y abril organizan una jornada para degustar el botillo, otro plato típico leonés. Y en octubre, para conmemorar la festividad de San Froilán, patrón de León, también llevan a cabo otra jornada festiva, donde tampoco faltan los productos de su tierra, como la cecina.