No habrá sede vecinal en Hispanoamérica, habrá centro cívico, "porque hay que rentabilizar, porque se está haciendo con otras asociaciones y porque es justo aprovechar cualquier edificio que haga el ayuntamiento, como es el caso de La Madrila, donde conviven varios colectivos sin problemas". La concejala socialista de Participación Ciudadana, Carmen Lillo, fue ayer así de taxativa al responder al presidente de la Asociación de Vecinos de Hispanoamérica, Raimundo Medina, quien en una entrevista con este diario mostró su malestar por el cambio de idea de la concejalía y por los retrasos del proyecto.

La concejala se defendió de las críticas diciendo que ella ha trabajado "muchísimo" para que Hispanoamérica tenga el edificio prometido. Señaló que, "junto a otros concejales", medió para que los terrenos revertieran al ayuntamiento. En este sentido comentó que el PP, en anteriores legislaturas, había prometido el inmueble e incluso lo había incluido en presupuesto, "pero era un presupuesto ficticio, basado en la enajenación de bienes y sobre un terreno que ni siquiera era municipal", dijo.

Finalmente, la responsable aseguró que "hay garantías de que el centro cívico se hará, por supuesto, que esté tranquilo Raimundo". Hispanoamérica es una de las asociaciones más antiguas de la ciudad, es un referente del movimiento vecinal cacereño y una de las de mayor actividad. Pero también es de las pocas que carecen de un edificio, edificio que ahora ya no será propio --como se prometió-- sino compartido.