Con 27 años llegó Domitila Porras Manzaneo desde Burgos a Cáceres, en cuya Residencia Sanitaria recién inaugurada fue la primera enfermera-jefe primero y después, cuando se abrió su escuela de enfermeras, también la primera directora de ésta. Pasó cuatro años en el centro cacereño, "unos años maravillosos, imposibles de olvidar, en los que superábamos las carencias que podían existir entonces con mucha ilusión y entrega", y después se marchó a su tierra natal. Ayer, al reencontrarse con antiguos compañeros, con los que fueron sus pacientes, no pudo contener la emoción, "pues Cáceres fue mi primer lugar de trabajo y la verdad es que nunca la he olvidado".

Asegura que no le resultarondifíciles los comienzos, sino todo lo contrario, "poner en marcha un hospital era para todos tan gratificante que trabajábamos solo pensando en hacerlo todo muy bien".