Ana Isabel Gómez Alfonso, camarera del restaurante Sal y Pimienta, asegura que antes, en el barrio «siempre hemos aparcado genial», algo que ahora no sucede tras ensanchar el acerado. «Se supone que cuando todo termine habrá más aparcamientos», explica en cuanto a las obras que se están realizando en la calle perpendicular. Al estar en continuo contacto con los vecinos, afirma que no están «contentos», sino que «están molestos con la reforma».