Lo han intentado casi todo y no han podido. Dejar el cigarrillo es el primer y único reto para los participantes en el programa de tabaco que ha puesto en marcha el Centro Extremeño de Drogodependencias (Cedex). Un grupo de ciudadanos, la mayoría por encima de los 30 años, esperan a ser atendidos en su primer día de consulta. Son una parte de los 50 privilegiados que durante tres meses recibirán atención médica para conseguir su objetivo.

Todos coinciden en que tienen la voluntad de intentarlo de nuevo pero, esta vez, con el asesoramiento de profesionales. "Fumo muchísimo", afirma Mariví Rodríguez, una dependienta de 34 años que reconoce consumir paquete y medio al día. Lleva así 15 años y ahora ha decidido dejar lo que califica como "un vicio".

Apoyo médico

Otros llevan más tiempo. Juan José Sánchez, enfermero de 41 años, acumula 25 años con el tabaco como fiel compañero. Quiere dejarlo porque afirma que puede afectar a su entorno familiar. "Lo ha dejado tres o cuatro veces yo solo, pero ahora me pongo en manos de los médicos", afirma.

El tratamiento tiene varios frentes que van desde paliar la ansiedad con parches de nicotina durante los primeros días, consultas con el psicólogo y terapia. El seguimiento es periódico y el éxito se sitúa en el 45%.

Algunos también lo intentan juntos. Fernando Rodríguez y Pedro Agúndez son administrativos y trabajan juntos. Entre los dos suman 35 años con el tabaco a sus espaldas Su filosofía es bien sencilla: "Fumar es una forma de matar el tiempo". Ahora intentarán recuperar la salud perdida.