Los cacereños no suelen ser los que más se quejan, pero el año pasado elevaron su voz por encima de lo habitual, y ello a causa de las facturas de la electricidad y el gas. La Asociación de Consumidores y Usuarios de Extremadura (Acuex), con sede en Cáceres, tramitó más de 2.000 reclamaciones durante el 2009, un 135% más respecto al 2008. Aunque las quejas relacionadas con la telefonía siguieron en cabeza, y las relativas a los bancos y los talleres de vehículos continuaron en los primeros puestos, las sorpresas en los recibos de la luz y el gas fueron las que dispararon el número total de denuncias.

La liberalización del mercado ha cambiado la rutina de los recibos de la luz. Antes se pagaban cada dos meses y ahora cada mes, pero la lectura sigue siendo bimensual, con lo cual parte de las facturas se calculan de forma estimada y después se cuadran. "La mayoría de los recibos son correctos, pero el consumidor no los comprende, debe estar muy atento", explica el presidente de Acuex, Juan Bazaga, que en 2009 tramitó un 240% más de quejas sólo en este apartado.

LECTURA ACUMULADA Además, ahora intervienen dos compañías: la suministradora y la comercializadora. "A raíz de estos cambios no se han realizado lecturas en algunos domicilios durante varios meses, de modo que esos ciudadanos se han topado con recibos acumulados de hasta 900 o 1.000 euros. A ello hay que añadir la subida de la luz", matiza Rosa González, técnico en consumo. Los usuarios pueden optar por el pago fraccionado, pero no les convence.

Con el gas ha ocurrido lo contrario. Antes se abonaba mensualmente y ahora cada dos meses, de modo que los recibos se han elevado sustancialmente, a lo que hay que sumar el aumento del precio y el frío del invierno, dos factores que, unidos, han disparado los costes. Algunos consumidores también han recibido facturas de varios meses. En definitiva, el usuario tiene problemas para interpretar los recibos y Acuex ha registrado un alza del 161% en las quejas.

También han subido llamativamente (+133%) las reclamaciones financieras. En este caso se refieren a las hipotecas y a la posibilidad de interrumpir los pagos en caso de desempleo, que no siempre se ha cumplido. "Las entidades financieras no han dado toda la información que debieran", explica Rosa González. Otras quejas se refieren a la revisión de los tipos de interés, que tarda en hacerse efectiva cuando beneficia al consumidor.

OJO A LOS SORTEOS La telefonía acumula de nuevo la mayor parte de las denuncias, incluso crecieron en 2009 (+180%). Los principales problemas son la contratación de una compañía por teléfono (el usuario no recibe todos los datos y surgen problemas), la contratación fraudulenta (dan de alta a un consumidor en una operadora cuando éste sólo ha accedido a que le envíen una oferta), o las llamadas a las plataformas de números cortos de premios y sorteos, que dan de alta al titular en servicios de suscripción. "Comienzan a recibir numerosos SMS que deben pagar ellos mismos, y luego les resulta muy difícil darse de baja", explica Juan Bazaga.

Por último, continúan en los primeros puestos las quejas contra los talleres mecánicos. "Se están dando muchos casos de coches que salen reparados de una avería y vuelven a sufrir la misma en poco tiempo. El propietario se niega a pagar otra vez", detalla Rosa González. También se repiten los problemas con los vehículos nuevos, que registran fallos importantes antes de cumplir su primer año. El concesionario se hace cargo de la reparación, pero se niega a entregar un modelo nuevo cuando el cliente, que ya no se fía de ese coche, así lo exige.