El ayuntamiento quiere tener lista antes de fin de año la nueva ordenanza que regulará la actuación de los graffiteros en Cáceres, una ciudad literalmente castigada por las pintadas indiscriminadas, fruto en su mayoría del vandalismo callejero. La noticia la dio a conocer ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, al término de la comisión municipal de su departamento. El edil consideró necesario "regular una sanción a aquellos graffiteros que causan graves destrozos" y que deben pagar por ello una multa.

El control sobre estas actuaciones no es nuevo. Ya en la pasada legislatura el exconcejal Raimundo Holgado intentó un acercamiento con los autores de las pintadas, pero no fue posible. Ahora, el ayuntamiento da un paso más con la puesta en marcha de una normativa que también contemplará espacios dedicados a la creación de aquellos graffiteros que entienden sus dibujos como un movimiento artístico y no como un ataque al mobiliario y edificios públicos.

Además de esta actuación, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, a través de la policía local, desarrolló en el mes de febrero una importante ofensiva policial nocturna para controlar este asunto. La medida se puso en marcha poco después de que la ermita de los Santos Mártires apareciera inundada por los graffiti días antes de la tradicional fiesta en el paseo Alto.

La zona centro de la ciudad es una de las más dañadas por las pintadas, aunque la moda se extiende por todos los barrios.