Manuel Espada Herrera es el jefe de cocina del restaurante Eustaquio Blanco desde hace ya seis años Aunque por su trabajo no puede acudir asiduamente a ver a la patrona, siempre que puede lo hace y cada día se acuerda de mirar a la Montaña.

-¿Qué significa para usted la Virgen de la Montaña?

-Para mí es algo que desde pequeñito tienes ahí. Tus padres te enseñan que es tu patrona, que tienes que tener fé en ella. Siempre me ha gustado hacer el novenario y subir a verla cuando tengo tiempo.Para mí tenerla ahí me supone mirar todos los días hacia la Montaña, raro es el día que no lo haces.

-¿Qué recuerdos guarda asociados a tu infancia de la festividad?

-Yo empecé a trabajar con 14 años en el restaurante el Figón de Eustaquio y la veíamos desde allí todos los años cuando la bajaban y cuando la subían, incluso, pasaba por allí. La verdad es que ahora la echo de menos, estamos en otro sitio ubicados y la verdad es que no la ves como antiguamente. Y la verdad es que se la echa de menos, ahora tengo que ir allí a verla aunque me gusta mucho subir allí,a la Montaña a visitar a la patrona.

-¿Qué cree que le hace tan especial para los cacereños?

-No sé es como si te protegiera. Yo la tengo ahí y me protege, cualquier problemilla que tienes vas se lo cuentas y parece que te lo resuelve.

-¿Va a ver a la Virgen durante los 9 días que está en la ciudad?

-Si te soy sincero, estando por aquí, en el trabajo de aquí arriba, voy poco. El día de descanso es cuando suelo bajar. Antes si que iba todas las mañanas.

-¿Sigue algún ritual?

-No, simplemente al igual que todos los cacereños pedirle salud, trabajo y seguir luchando en la vida.

-¿Cree que en tiempos de crisis la gente se acerca más a ella?

-Pues creo que sí, por supuesto.