Palacios, iglesias, conventos, torres, arcos, plazuelas, callejones... Cáceres posee una de las ciudadelas de la Edad Media y del Renacimiento más completas del mundo, nombrada Tercer Conjunto Monumental de Europa (1968) y declarada Patrimonio de la Humanidad (1986). En su interior y en las inmediaciones se ubican medio centenar de inmuebles con valor histórico-artístico, además de otros muchos que no tienen tal consideración. ¿Pero a qué se dedican en la actualidad estas construcciones centenarias? ¿Cuántas se mantienen como residencias privadas? ¿Cuántas han sido adquiridas por las instituciones para salvaguardarlas? ¿Cuáles son centros culturales o religiosos? Un repaso con el historiador y profesor José Manuel Martín Cisneros permite trazar el mapa inédito de los usos intramuros.

1. - PALACIOS CENTENARIOS, HOGARES DEL SIGLO XXI

Vivir en el casco histórico es todo un lujo y mucho más si se posee un palacio renacentista cargado de historia. Hay grandes recintos que siguen estando en manos privadas bien por herencia de antiguos linajes o bien por adquisiciones (los menos). Algunos son residencias intermitentes (sus propietarios solo pasan parte del año en ellos) y otros no están ocupados porque pertenecen a varios herederos.

Entre los habitados figura el Palacio de Ovando (XVI), en la plaza de Santa María, construido por una de las dinastías más poderosas de la historia cacereña que da nombre a varias casas fuertes de la ciudad. Sus primeros inquilinos fueron Hernando de Ovando (su hermano, Frey Nicolás, se convirtió en el primer gobernador de La Española) y Mencía de Ulloa. Hoy es residencia privada de los condes de Canillero.

El Palacio de los Condes de Adanero (XVI), junto al adarve de Santa Ana, también sigue ocupado por sus propietarios, que disfrutan de una de las portadas más bellas del casco histórico. "En su origen fueron Ovando-Mogollón y el recinto incluía el Palacio de la Generala, pero los linajes siguieron caminos separados", explica Martín Cisneros.

Otras residencias privadas son la Casa del Aguila (XV), adquirida y reformada por la familia Hernández Mancha; la Casa Mudéjar (XIV), que ha funcionado como pub durante años; la Casa de Carvajal y Ulloa (XV), perteneciente a la familia Oriol; la Casa de Sánchez Paredes (XVI); o la Casa de los Paredes-Saavedra (XV-XVI), actualmente en venta por sus numerosos herederos.

Mención aparte merece el enorme complejo de los Golfines de Abajo (XV), un palacio formado por la unión de antiguas casas señoriales (algunas de sus portadas conservan los escudos de las primitivas familias). Los condes de Torres-Arias murieron sin descendencia y lo dejaron a sus herederos. "La diputación ha intentado, primero a través de Manuel Veiga y después de Pilar Merchán, hacerse con el inmueble, contiguo al palacio provincial", relata el profesor.

Otro caso peculiar es el del Hospital de los Caballeros, hoy casa privada. "Fue promovido por Lorenzo de Ulloa el Rico para alojar a los caballeros peregrinos, puesto que al lado pasaba el camino a Santiago. Curiosamente se acometió en el siglo XVII con las trazas del XVI, cuando fue diseñado", subraya Cisneros.

2. -RESIDENCIAS DE LUJO Y NEGOCIOS HOSTELEROS

Algunos edificios siguen siendo residencias privadas pero destinan una parte a hostelería, dada su ubicación. Funcionan en régimen de cesión o sociedad. Ocurre por ejemplo en otro de los grandes de la Ciudad Monumental, Golfines de Arriba (XV), también formado a través de la historia por la suma de varios palacios. En una parte vive la familia Churruca y López Montenegro, y la otra funciona hace años como restaurante (Golfines).

Esta doble utilidad se repite en otra de las mayores construcciones, el Palacio de los Saavedra-Torre de Sande (XVI), fruto a su vez de la unión de varios recintos de familias como Ulloa o Sande. Tiene una parte privada, residencia del Vizconde de Rodas, y otro espacio que alberga el restaurante Torre de Sande.

La Casa de Durán de la Rocha también es un edificio privado con estos usos (taberna Lancelot ). Lo mismo ocurre con la antigua Casa de Ovando-Aldana, donde se sitúa el restaurante Aldana.

Pero el mayor recinto de hostelería enclavado sobre muros históricos es el Parador de Turismo, que ocupa no uno, sino dos palacios: el del Comendador de Alcuéscar (XVI) y la Casa de Ovando-Perero (XVI). Su titularidad no es privada, ya que pertenece al Gobierno de España.

3. -RECINTOS DESTINADOS A LA ADMINISTRACION

Las instituciones públicas se han hecho paulatinamente con la titularidad de varios palacios, garantizando así su supervivencia (los gastos que generan no son fácilmente asumibles por un propietario privado). Llama la atención el caso de la Diputación Provincial de Cáceres, que tiene el mayor número de inmuebles, unos destinados a usos administrativos, otros a fines culturales y educativos, y algunos más cedidos a terceros.

En cuanto a los primeros, destaca la propia sede de la diputación, que ocupa el antiguo Convento de Santa María de Jesús y algunos solares enclavados en la zona. Existían, por ejemplo, las calles Bodeguina y Cementerio, las Casas de Ulloa y otros espacios, que tras la desamortización se unieron a este complejo, a Santa María o a los Golfines.

La diputación también se hizo con el Palacio de Carvajal y su torre redonda, que hoy alberga el Patronato de Turismo y Artesanía. "Fue comprado a Alvaro Cavestany de Anduaga y Dolores de Carvajal y Sánchez (a ellos se refieren los callejones de Don Alvaro y Doña Lola), que lo habían salvado de las ruinas", recuerda Martín Cisneros. La institución adquirió el inmueble para alojar a personalidades (allí estuvieron la infanta Cristina o Camilo José Cela), y lo amuebló como un hotel de lujo, con objetos de anticuarios y de la tradición cacereña.

Además, la diputación también posee la Casa de los Duques de Valencia, de uso administrativo, y varios inmuebles con funcionalidad cultural o educativa que se detallarán más adelante.

Existen otros centros administrativos en edificios históricos dependientes de distintas instituciones. Por ejemplo la Casa de los Ribera y el Palacio de la Generala (XV), ambos servicios centrales de la Universidad de Extremadura. También el Palacio y Torre de las Cigueñas (XV), sede del Gobierno Militar, o el Palacio de Mayoralgo, un gran recinto integrado por la unión de otros anteriores (de la Cerda, de los Ribera...), convertido hoy en la sede de Caja Extremadura tras una inversión de 10 millones de euros.

Junto al casco histórico se sitúa otro de los emblemáticos , la Audiencia Provincial, originalmente convento de la Piedad (XVII). Según relata Martín Cisneros, la ubicación en Cáceres de la Real Audiencia de Extremadura en el siglo XVIII supuso uno de los grandes hitos históricos para el progreso de la ciudad, similar a su nombramiento como capital de provincia o a la llegada del ferrocarril y la universidad.

4. - OTROS EDIFICIOS DE USO CULTURAL O FORMATIVO

Conforman uno de los grupos más numerosos, y generalmente están tutelados por las instituciones públicas. Por ejemplo el Palacio de Godoy (XVI-XVIII), propiedad de la Junta de Extremadura, que ha albergado durante años los servicios de Cultura y la delegación territorial, y está pendiente de una profunda actuación para acoger el conservatorio.

Destaca por su tamaño el Palacio Luisa de Carvajal (XVIII), en su origen residencia de los jesuitas. Propiedad de la Junta, da cabida a numerosos servicios, desde la Filmoteca al Centro Cultural San Jorge, la Escuela Superior de Arte Dramático y los servicios territoriales de la Consejería de Cultura. A su lado se ubica la iglesia de San Francisco Javier (Preciosa Sangre, XVIII), donde ya no se ofician servicios religiosos pero pertenece al Obispado, que la cede para usos culturales (por ejemplo Foro Sur). En la cripta, y a través de un convenio con el ayuntamiento, se ubica el Centro de Divulgación de la Semana Santa Cacereña.

También forman parte de este grupo otros edificios públicos y privados: la Casa del Mono, sede de la biblioteca de la Fundación Zamora Vicente; el amplio Palacio de los Toledo Moctezuma (XV-XVI), hoy Archivo Histórico Provincial; el Palacio del Duque de Abrantes (XV), destinado por las Hermanas de Cristo Rey a residencia femenina de estudiantes; o la Casa de los Becerra (XV), sede de la Fundación Mercedes Calles, que acoge exposiciones con un valor muy significativo.

De nuevo llama la atención la cantidad de recintos culturales y formativos que pertenecen a la diputación: Solar de los Ulloa (XVI), convertido en la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco; Casa de Pereros (XV-XVI), que alberga el Colegio Mayor Francisco de Sande (fue casa cuna de niñas); o la Casa de los Moraga (XVI), hoy Centro Provincial de Artesanía. "La diputación también posee los dos recintos que ocupa el Museo de Cáceres, gestionado por la Junta: Palacio de las Veletas (XVI) y Casa de los Caballos (XVI)", recuerda el profesor.

5. -RECINTOS RELIGIOSOS: TEMPLOS Y CONVENTOS

La Iglesia, sus congregaciones y asociaciones vinculadas son propietarias de una parte significativa de los edificios del casco histórico e inmediaciones: los templos de Santa María, Santiago y San Juan (los más antiguos, con orígenes en el siglo XII); la iglesia de San Mateo (XVI); las ermita de la Paz (XVIII), San Antonio (construida sobre una sinagoga judía) y la Soledad (se creó en el siglo XIII como hospital de Caballeros y hoy es sede cofrade); los conventos de Santa Clara (XVIII) y San Pablo (XV-XVIII); o la antigua Enfermería de San Antonio (XVII), levantada por la nobleza para alojar a los frailes de San Francisco el Real, ahora convento de las Jerónimas.

Especialmente amplio es el complejo de la Casa del Sol (XV), que suma tres inmuebles, cedido por el obispado a los Padres de la Preciosa Sangre.

Pero el único palacio que puede denominarse así en Cáceres, porque así lo dejó establecido Alfonso IX en los fueros, es el Palacio Episcopal, que se alza en Santa María como residencia del obispo y centro de servicios religiosos. Había otro que podía ostentar tal nombre, el Palacio del Rey, el alcázar, desaparecido en la zona de San Mateo.