Francisco Camps, de Gestión Ibérica, es el encargado de coordinar a las cincuenta personas necesarias para poner en pie los conciertos de Play! Cáceres. De esas cincuenta personas, unas 30 son técnicos de iluminación, sonido e imagen; 9 son de producción y logística, y otras 12 son de seguridad y servicio de orden. Para montar los dos escenarios trabajaron 14 personas durante tres días.

Camps se mostraba ayer tranquilo sobre la posibilidad de que lloviera en el momento de los conciertos. "Los escenarios y todas las áreas de trabajo están cubiertas. Los músicos pueden seguir tocando aunque llueva", comentaba. La incomodidad sería, lógicamente, para el público, pero el responsable de la producción del festival es optimista respecto a la meteorología porque "tendría que llover muchísimo para que se suspendieran los conciertos".

Gestión Ibérica, radicada en Mérida, tiene una dilatada experiencia. Hace 9 años que ponen en pie el festival de Músicas do Mundo de Sines, en Portugal, y han participado también en montajes como el del Festival Folk de Plasencia o el del Día de Extremadura.

El equipo de Camps acopla la actividad de las demás empresas implicadas en el festival. Entre ellas, Enter Sonido, que se ocupa del escenario del Arco de la Estrella; Sonido Juan Angel, que hace lo mismo en el Foro de los Balbos; Exon, responsable de las proyecciones y la realización, y Belle Art, que se encarga del cátering.

Música y alimento

Miguel Patón es el responsable de Enter Sonido. Su equipo está compuesto por 8 técnicos de sonido y 4 de iluminación. Facilitan el equipo y dan apoyo a los técnicos que traen cada uno de los grupos. La principal dificultad en materia de sonido es, según Patón, "llegar a cubrir toda la zona de público. Y en la plaza Mayor la cobertura es un poco más complicada porque los eventos suelen montarse a lo largo, no a lo ancho".

Patón está especialmente orgulloso del sistema de sonido que han traído al Play!: "es digital y de gama muy alta", comenta, "de primer nivel internacional".

Los cacereños de Belle Art se ocupan de alimentar a músicos y trabajadores. Son habitualmente cinco personas "y uno más extra", explica Agustín Nieto, "cuando hay un grupo muy grande, como el de Santiago Auserón, que traía a 30 personas". Nieto desmitifica el tópico de que los artistas son muy exigentes. "Nadie nos ha pedido cosas extrañas", explica. Aunque cree que si los estómagos están satisfechos, algo tienen que ver "las migas especiales que hemos preparado".

La maquinaria del Play! requiere también brazos que muevan todos los kilos de material. Antonio Alvarez y Joaquín Rojas se ocupan de ello junto a sus compañeros. Otros como Aitor Pérez y Eño Sanz, que destacan el buen ambiente que hay entre bastidores, son los responsables de que todo ese material esté a punto y en su sitio en el momento en que los artistas se suben al escenario para que empiece el espectáculo.