Lleva trabajando en el Embarcadero desde su apertura en el mes de marzo. Mariam Núñez ejerce como responsable de contenidos de la programación socio cultural del inmueble y asegura que muchas empresas pagarán para quedarse porque "creen en este modelo empresarial".

--¿Se irán las empresas del edificio por las nuevas medidas?

--Eso fue un rumor. Las empresas están obligadas a cumplir las obligaciones del edificio, solo pedíamos que se nos informara de cuál era la situación. Aquí hay muchas empresas dispuestas a pagar porque creemos en este modelo empresarial, basado en la economía a escala.

--Pero ahora las condiciones laborales no son las adecuadas...

--El edificio está habitable y se puede trabajar. Es cierto que no funciona el aire acondicionado ni el ascensor y no hay teléfono ni wi fi. Compete al ayuntamiento reevaluar esta situación para lograr garantías para las empresas. Para seguir trabajando hemos firmado un documento por el que el ayuntamiento no se responsabiliza de lo que aquí pase mientras se arregla todo.

--¿En qué se han invertido los 700.000 euros de los que habla el gobierno?

--Nosotros manejamos unas cifras muchísimo menores. Hemos hecho un centenar de actividades que no han costado eso.