Francés, inglés, árabe, castellano,... La interculturalidad se apoderó ayer del salón de actos del colegio Paideuterion. El centro recibió a 27 niños de entre 10 y 13 años de Tetuán y Casablanca (Marruecos) para enseñarles todos los secretos de la cultura española. No faltó ni un detalle. Murales en las paredes, cintas de bienvenida, banderas españolas, marroquíes y extremeñas y discursos de bienvenida en todos los idiomas. Los marroquíes miraban de un lado para otro y sonreían con todo lo que se les ofrecía: "Gracias por recibirnos así. Se están divirtiendo mucho", decía Saloua, una de las maestras que les acompaña en este inolvidable viaje.

La actividad forma parte del proyecto internacional La llegada del otro al imaginario de la infancia y la adolescencia , apadrinado, entre otros, por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Red Española de la Alianza de Civilizaciones y la ONU, con el fin de que los escolares conozcan las otras culturas del mundo. Esta es la segunda parte del proyecto ya que durante el curso pasado 22 alumnos del colegio cacereño viajaron al territorio magrebí donde aprendieron que al otro lado del Estrecho existe otra manera de aprender de los demás. "Este proyecto enseña valores como la igualdad y la tolerancia y ayuda a descartar los prejuicios que tenemos sobre las otras culturas", explicó el jefe de estudios del centro cacereño.

El idioma universal

Los escolares marroquíes no hablaban español ni dominaban el francés pero el idioma no supuso ninguna barrera. "Los niños hablan el idioma universal, es increíble", dijo el jefe de estudios. Durante todo el día hubo talleres de malabares, escalada, música, danza, teatro, cuentacuentos, artesanía, lenguas extranjeras y gastronomía. Y por la noche una visita a la ciudad monumental cacereña. Hoy irán al Antonio Machado de Mérida y los próximos días conocerán otros centros de Coria y Badajoz.

Y para que Cáceres nunca se olvide de Marruecos, los escolares han traído decenas de regalos típicos de su país. "Los niños están muy contentos. Venían muy cansados porque no están acostumbrados a viajes, ninguno había salido nunca de su ciudad. Es una oportunidad única y seguro que no se les va a olvidar", repetía su maestra, Saloua. Mientras tanto, sus alumnos no paraban de sonreír al tiempo que aprendían cada cosa que sus colegas los españoles les enseñaban. Desde ahora Marruecos será su amigo para siempre. Au revoir mon ami .